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En una edición histórica de Wimbledon 2025, la argentina Solana Sierra no solo sorprendió al mundo con su llegada a los octavos de final como lucky loser, sino que también se ganó un lugar eterno en la memoria del torneo más prestigioso del circuito. Aunque no logró ingresar a los cuartos de final, el All England Club decidió rendirle un homenaje especial que la inmortaliza en la también llamada, Catedral del tenis.
Tras su derrota ante la alemana Laura Siegemund, las autoridades del torneo le solicitaron a Sierra que donara la raqueta y la indumentaria que utilizó durante su histórica campaña. Estas piezas serán exhibidas en el Museo de Wimbledon, uno de los más emblemáticos del deporte, como testimonio de su gesta: convertirse en la primera jugadora en la historia del torneo en alcanzar los octavos de final tras ingresar como lucky loser.
Este gesto no solo reconoce su rendimiento deportivo, sino también el impacto emocional y simbólico de su recorrido. Sierra, de apenas 21 años y entrenada en la Rafa Nadal Academy, había perdido en la última ronda de la qualy, pero ingresó al cuadro principal tras la baja de Greet Minnen. Desde allí, encadenó triunfos ante Olivia Gadecki, Katie Boulter y Cristina Bucsa, antes de caer ante Siegemund en su mejor actuación en un Grand Slam.
Además del reconocimiento, Sierra se lleva de Londres, un ascenso al puesto 66 del ranking WTA, un premio económico de 327.000 dólares y la certeza de que su nombre ya forma parte de la historia grande del tenis argentino y mundial.
