El austriaco cortó la racha de 26 victorias al hilo que ostentaba el número uno del mundo en torneos de Grand Slam.
Nervios. Hubo muchos nervios sobre la arcilla de la Philippe Chatrier cuando, después de infinitas interrupciones por el mal clima en París, se acercó la hora de la definición. Desde el comienzo del choque en la jornada del viernes, Dominic Thiem dejó entrever que estaba en condiciones de volver a instalarse en la final, pero claro, en frente estaba el campeón de los últimos tres majors.
Y así fueron los dos días de acción en la segunda semifinal masculina de Roland Garros. El austriaco siempre se mostró más sereno, pero Novak Djokovic fue capaz de estirar la definición hasta el quinto set, y aunque todo se llenó de suspenso cuando Thiem desperdició dos match points, la victoria cayó de su lado en el duodécimo game (6-2, 3-6, 7-5 y 5-7 y 7-5) tras más de cuatro horas batallando.
De esta manera, el actual N°4 del mundo festejó su tercera victoria en el historial ante el serbio (3-6) y la segunda en el marco del Grand Slam francés, donde lo había superado en cuartos de final de la edición 2017. El otro triunfo se dio -también sobre arcilla- en octavos de final del Masters 1000 de Montecarlo de ese mismo año.
Esta será la segunda final de Grand Slam para Thiem, quien ya luchó por el ‘Trofeo de los Mosqueteros’ en la edición pasada, ante Rafael Nadal, quien ya había asegurado su cupo tras derrotar a Roger Federer en la jornada del viernes.
El pupilo de Nicolás Massú se convirtió en el primer jugador austriaco que llega a dos finales en la historia. Hace un año igualó lo hecho por Thomas Muster -campeón en París en 1995- y ahora comienza a escribir la historia con nombre propio.
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