El heleno de 20 años disputará los cuartos de final de un Grand Slam por primera vez en su carrera.
«No puedo describir lo que siento», confesó Stefanos Tsitsipas, visiblemente emocionado, ante la pregunta de John McEnroe. El griego dio el gran golpe en esta edición del Australian Open, luego de imponerse con parciales de 6-7(11), 7-6(3), 7-5 y 7-6(5), nada menos que ante el ídolo de su niñez, y vigente campeón del major oceánico, Roger Federer.
«Roger es una leyenda de nuestro deporte. Siento mucho respeto por él y para mí era un sueño enfrentarlo en la Rod Laver«, expresó el nacido en Atenas, quien no mostró nada de ese respeto ante el suizo durante las casi cuatro horas que estuvo en cancha. Lejos de amilanarse ante la grandeza de su rival, Tsitsipas empezó a construir la victoria a través de su rebeldía y de su capacidad para revertir las situaciones de peligro: salvó 12 opciones de quiebre.
Esa solidez en cada uno de sus juegos de saque le permitió aprovechar al máximo el único break que consiguió a lo largo del encuentro, cuando Federer sacaba en el duodécimo game del tercer set para estirar la definición a un tie break que nunca llegó. Además, conectó 62 tiros ganadores y salió airoso en 48 de los 68 puntos (71%) que definió subiendo a la red. «Es importante mentalizarse para ser agresivo. Jugar con primeros servicio y presiona desde el principio es importante para conseguirlo», explicó Tsitsipas en medio de la ovación de los presentes en la Rod Laver Arena. Y respecto a su capacidad de resolver las situaciones difíciles, explicó: «No perdí la paciencia. Esa fue la clave para salvar esos puntos de quiebre. En general mostré un gran espíritu de lucha y determinación«.
Ahora, el actual 15 del mundo será rival de Roberto Bautista Agut, quien volvió a ganar en cinco sets, esta vez ante Marin Cilic, con parciales de 6-7(6), 6-3, 6-2, 4-6 y 6-4.
Redacción Match Tenis