El futuro del tenis estadounidense para estar de la mano de Stefan Kozlov quien este domingo se coronó campeón del Orange Bowl, uno de los eventos júnior más importantes del mundo tenis.
Tener en la vitrina el Orange Bowl debe ser un alivio para Stefan Kozlov. El tenista nacido en Macedonia pero nacionalizado para los Estados Unidos tuvo su alegría de final de año al hacerse con el trofeo de la categoría júnior ante el griego Stefanos Tsitsipas por 2-6, 6-3, 6-2 y ganar por primera vez este torneo, que se le había escapado el pasado año ante su compatriota Francis Tiafoe y un par de veces más en la categoría de juveniles.
Kozlov cerró la temporada con un saldo de 28 partidos profesionales jugados en el año entre Futures, Challengers, Clasificaciones ATP y el ATP de Valencia, el único evento del alto rango donde participó en el cuadro principal. De hecho, el bautismo del estadounidense en main draw de Challengers se produjo este año en Sacramento y donde sorpresivamente -o no- alcanzó la final dejando en el camino a Ryan Harrison, JP Smith, Rhyne Williams y a Tim Smyczek, 99 del mundo, y lo que significó su primera victoria ante un jugador colocado en el Top 100. Y aunque terminaría cayendo ante el arsenal de Sam Querrey en la final, todo fue idílico para el nacido en Skopje quien desplegó un juego curtido por una derecha y un revés asesino, su iniciativa de tomar la cancha y la capacidad de contragolpear cuando la situación lo requería.
Del otro lado del charco, en España, Stefan Kozlov vivió por primera vez las mieles de un cuadro ATP cuando debutó en El Ágora de Valencia. El estadounidense plantó cara ante Martín Klizan en su primera experiencia en los torneos más exigentes del circuito y ante una inminente derrota ya conoce el terreno donde caminan bajo tapete rojo los grandes. Kozlov, 463 del mundo y tercero en los júnior, comanda una generación de sueños para los Estados Unidos que apenas ve un jugador metido en los mejores 20 del ranking masculino. Atrás quedan las proezas de Andy Roddick, Pete Sampras o Andre Agassi, los últimos más ganadores del país de las 50 estrellas y que sigue en espera de un jugador que vuelva a meterlo en la esfera del tenis de élite.
Pero no solamente Kozlov es el líder de una camada de jugadores esperanzados en ser la nueva generación del tenis norteamericano. Junto a Francis Tiafoe, originario de Sierra Leona, y Michael Mmoh, de Nigeria, las ganas de volver a tener un talento precoz son casi un hecho aunque el nacido en Macedonia expresó alguna vez “El futuro de nuestro país no está garantizado con ninguno de nosotros. Hay que seguir trabajando, progresando y ojalá algún día podamos estar arriba». Por ahora, el Orange Bowl conseguido por el jugador de 16 años hace crecer a cántaros las ilusiones de un país necesitado de triunfos.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/473258143418314752/wPCdGPjm_normal.jpeg» ]Fabián Valeth Orozco @FabianV_: Redactor en jefe de Match Tenis. Director y productor de medios de comunicación. Amante del tenis y del periodismo deportivo enfocado hacia este deporte.[/author]
