El colombiano de 18 años se encuentra actualmente en Colombia, en cuarentena total.
La coyuntura global que nos envuelve desde hace un par de semanas es, a su vez, generadora continua de historias. No importa la edad, mucho menos la raza y tampoco la actividad a la que se dediquen sus protagonistas, de una u otra manera, el Covid-19 ha permeado cada rincón de la humanidad y ha cambiado el rumbo natural de las cosas.
Felipe Rincón inició su etapa universitaria –de la mano de Becas Americanas– en enero de este año y sin siquiera haber cumplido su primer semestre en Saint Mary’s College de California (Estados Unidos) se ha topado con una situación inédita. “Estamos muy decepcionados por lo que está pasando”, confiesa este joven colombiano que integra el equipo de tenis de su universidad. “Nos sentíamos muy bien, teníamos muchas expectativas de realizar una buena temporada. Nos dolió que se haya terminado todo sin ninguna recompensa”.
Y es que hasta hace un par de semanas, nadie, incluido Felipe, imaginaba que el virus tomaría una dimensión como la que conocemos hoy. “Pienso que a muchos les pasó que no pensaban que esto fuera a ser tan grave. Sabía que se estaba expandiendo muy rápido y que EE.UU había unos 5 mil infectados, pero ahora reviso y ya van 80 mil… ¿En qué momento?”, se pregunta.
Lo que nunca imaginó Felipe fue que estaría de regreso en Colombia tan poco tiempo después de haber emprendido su camino como universitario. “Pensé en quedarme, creyendo que las cosas se solucionarían pronto y que volveríamos a tener clases presenciales. De hecho estuve hablando con mis amigos y pensamos que sería una buena opción para hacer y conocer cosas nuevas, pero cuando se confirmó la cuarentena, el consejo fue que cada uno volviera a su casa.
Ya en Bogotá, junto a su familia, este joven tenista ha tenido que mantenerse en cuarentena total. “Lo único que puedo hacer es ir de mi cuarto al baño y viceversa. He estado encerrado, casi no he hecho ejercicio y me hace mucha falta, pero debo evitar el posible riesgo de contagiar a alguien. Todavía no se sabe si tengo el virus, se manifiesta hasta las dos semanas”, explica.
¿Considera que se tomaron las medidas necesarias en su universidad? “La mía fue una de las últimas en cancelar clases por completo, pero nos hacían recomendaciones sobre el lavado de las manos. Por ejemplo, ya no podíamos servirnos nuestra propia comida, sino que había gente específica para eso; utilizábamos cosas desechables para evitar el contagio. Pienso que debieron cancelar las clases antes, pero sí mostraron precaución en otros aspectos”, comenta.
Felipe (segundo de derecha a izquierda) junto a sus compañeros de equipo en una excursión por Hawaii
A Felipe aún le resta una semana de confinamiento total, de su cuarto al baño y viceversa, como él mismo lo describe. Extraña el ambiente de una institución en la que “nos conocemos entre todos porque es una de las más pequeñas”, pero es consciente que lo único que se puede hacer es esperar en casa, cumpliendo con sus clases virtuales. Ya llegará el momento para volver a competir y reencontrarse con sus amigos en una etapa que recién comienza en su vida.
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