Desazón. Amargura. Tristeza. Cualquiera de esas sensaciones describiría a la perfección el ambiente que envolvió repentinamente al Movistar Arena de Bogotá, cuando se anunció que la exhibición de Roger Federer -junto a Alexander Zverev- había sido cancelada debido a los problemas de orden público ocurridos durante la jornada del viernes en la capital.
Las más de diez mil personas que soñaban con disfrutar de la leyenda suiza en vivo y en directo tuvieron que tragarse la impotencia; sin embargo, hubo fanáticos como David Ríos y Verónica Arango, cuya pasión por el tenis no fue lo único que resultó afectado, ya que viajaron desde Medellín exclusivamente para presenciar el evento, lejos de imaginarse cómo terminarían las cosas.
“Compramos las entradas mas baratas -las bronce-, que nos costaron 517 mil pesos (c/u); los tiquetes nos salieron en 200 a cada uno y, por fortuna, tenemos un par de amigos en Bogotá que nos dieron posada, así que pudimos ahorrar la estadía en un hotel”, le comentó David a Match Tenis luego de lo ocurrido. “Nosotros pudimos ahorrar algo con la estadía, pero sabemos de otras personas que, mínimo, gastaron 900 mil y hasta un millón de pesos solo por venir, sin contar las boletas“.
David y Verónica repasaron su itinerario y relataron cómo vivieron las horas previas al fallido inicio de la exhibición. “Estamos muy indignados, porque desde el jueves se veía que el partido corría peligro y no dijeron nada. Nosotros viajamos con la zozobra, pero en Twitter, los organizadores mostraban mucha tranquilidad con los dos primeros eventos”, en referencia al Conversatorio y a la Clínica de Tenis organizada en la sede de Compensar.
“A la hora del ingreso empezamos a dudar, porque inicialmente era a las 4:00 pm y lo corrieron hasta las 4:30 pm. Entramos al estadio, pero nos hicieron esperar un rato largo para ingresar a las tribunas, y cuando eran las 5:00 pm avisaron que el partido -sin especificar cuál- se adelantaba para las 6:45pm (…) Nosotros creemos que eso lo hicieron para ganar tiempo y ver qué podían hacer, pero nunca hubo garantías reales“, aseguró David.
Por su parte, Verónica, que se desempeña en el ámbito de la publicidad y el mercadeo, explicó, desde su experiencia, lo que considera equivocaciones de la organización. “Pienso que a los organizadores les faltó tacto. Esperaron hasta última hora para darnos información. Lo primero que dijeron es que el evento estaba protegido por la alcaldía, pero no explicaban nada sobre transporte para cuando tuviéramos que salir. En el coliseo todos nos sentíamos seguros, pero el problema era salir”.
No obstante, rescató la prioridad que le dieron a la seguridad de la gente al decidir que no existían garantías para llevar a cabo el espectáculo. “No entregaron información sobre a devolución del dinero, pero considero que eso estuvo bien porque lo más importante era mantener seguras a las personas que estábamos allí (…) Haber tocado temas de plata pudo generar inconvenientes“, cerró.
De esta manera, David y Verónica tuvieron que pasar la noche del viernes encerrados en la casa de sus amigos, viviendo una situación completamente distinta a la que imaginaron cuando, en octubre, compraron las entradas para ver su ídolo. ¿Cuántas personas más habrán atravesado una situación similar?
[author image=”https://pbs.twimg.com/profile_images/1122365846247096320/gFoXr9nB_400x400.jpg” ]Marcelo Becerra Concha (@Marcelob11) Disfruto conociendo el mundo del deporte desde adentro. Bogotá.[/author]
