Mientras continúa disputando la Laver Cup, el suizo tuvo un momento para referirse al calendario que manejará durante la próxima temporada.
El último registro de Roger Federer sobre una cancha en polvo de ladrillo data de 2016. Fue en Roma, cuando en la segunda semana del mes de mayo cayó ante Dominic Thiem por los octavos de final del Masters 1000 que se disputa en la capital italiana.
En aquella temporada, el helvético optó por no disputar Roland Garros con la intención de cuidar su físico de cara al inicio de Wimbledon, y lo mismo haría en 2016 y 2017, años en los que no pisó la arcilla de ningún torneo como estrategia para evitar inconvenientes de salud.
Por eso, cuando parecía que el Nº2 del mundo le había puesto candado a la posibilidad de volver a disputar un torneo sobre tierra batida, sus palabras desde Chicago le abrieron la puerta de la ilusión a los fanáticos de Barcelona, Roma y, por supuesto, a los de París. “La temporada de arcilla está en revisión“, expresó en una rueda de prensa.
Federer aseguró que jugar sobre la superficie en la que ha levantado once trofeos “no está fuera de la mesa”. Y agregó: “Lo sabré antes de fin de año. Me gustaría tomar una decisión con anticipación para poder organizar mi plan de trabajo, mi programa de ejercicios e incluso la forma en que abordaría mis sesiones de entrenamiento para diciembre”.
Teniendo en cuenta la edad del suizo, muchos pensarían lo contrario, pero él aseguró: “Podría beneficiarme jugar durante la temporada de arcilla“.
Redacción Match Tenis
