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El Campo N.º 1 del Optics Valley International Tennis Center fue testigo del partido entre las hermanas rusas Erika y Mirra Andreeva, el cual se saldó a favor de la primera, de manera sorpresiva por 6-3 y 6-1 en una hora y media, ya que Mirra era la gran candidata a quedarse con la victoria, dada la 19ª casilla en el ranking WTA y la cual le permitió ser la decimosexta preclasificada.
Erika, quien entró al cuadro principal como lucky loser, venció contra todo pronóstico a su hermana, convirtiéndose en la próxima rival de la italiana Jasmine Paolini, quien se ubica en la sexta posición de la clasificación mundial. Lo positivo para Mirra es que su hermana le dará la mitad del premio por su vencerla, pacto al cual habían llegado antes del partido.
“Hemos establecido hace bastante tiempo que no queremos jugar sets o partidos entre nosotras en los entrenamientos, porque no es que estemos nerviosas, es como si estuviéramos nerviosas la una por la otra. Por ejemplo, si comete muchos errores o veo que está triste o preocupada, empiezo a preocuparme por ella, entonces no puedo jugar normalmente”, expresó Mirra prepartido a la WTA.
“Cuando ve que me pasan cosas malas, no puede jugar normalmente, no puede entrenar. Dijimos que podemos hacer entrenos normales, golpear la pelota, movernos, hacer algunos pases cruzados, pero nada de jugar porque eso no sería bueno para las dos”, complementó.
Las Andreeva son las terceras hermanas que protagonizan partidos en los últimos 10 años en certámenes WTA, después de las estadounidenses Venus y Serena Williams; y las gemelas checas Karolina y Kristyna Pliskova.
