El colombiano Alejandro Falla siguió con su buena semana en el ATP 250 de Quito, donde volvió a clasificarse a los octavos de final y celebró después de un año, una nueva victoria en el cuadro principal de un torneo de tal categoría.
La altura siempre ha sido una buena aliada para el vallecaucano y no solo sus buenas actuaciones en Quito, donde registra tres octavos de final (2015, 2016 y 2017), respaldan la afirmación. Una final en el ATP 250 de Bogotá, tres títulos Challengers en la misma ciudad, son algunos de los pergaminos de Alejandro jugando a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar.
Esta semana, Falla llegó a Quito con la ilusión de plasmar en la cancha el arduo trabajo que viene realizando junto a Felipe Berón (entrenador) y Juan Pablo Bustamante (preparador físico) y hasta el momento lo ha conseguido. Pasó la fase previa dejando en el camino a dos especialistas en canchas lentas Ruben Ramírez Hidalgo y Caio Zampieri, para aterrizar en el cuadro principal de un ATP, después de un año.
Ya la ronda de 32, donde habitan los ‘mejores jugadores’, volvió a demostrar que atraviesa un momento de lucidez y con bastante solvencia dejó en el camino al italiano Alessandro Giannessi con parciales de 6-4 y 6-3 en una hora y 27 minutos de juego.
La consigna del colombiano está en seguir avanzando en el torneo, pero en el camino se le atraviesa uno de los favoritos a la corona: Albert Ramos, tenista español que actualmente ocupa el puesto 30 del mundo y que es la siembra 2 del evento.
Hasta el momento no registran enfrentamientos, pero seguramente será un duro escollo para el oriundo de Cali, que sus 33 años, ubicado en el puesto 310 del mundo, quiere volver a estar en la élite del tenis. La altura, en esta ocasión, su gran aliada.
Redacción Match Tenis
