Hace poco, en una charla para padres de tenistas del equipo Élite juvenil del Club de Tenis de Cali, les compartí algunas pautas para apoyar a sus hijos en sus sueños. Aquí va la primera parte:
El propósito de un tenista debe empezar por el gozo de jugar al tenis, disfrutar los momentos en la cancha, el aprendizaje, los retos, el compartir con sus pares y contrincantes; ser cada día una mejor persona y retribuir. Es como el hobbiesoñado que en algún momento se puede transformar en una carrera. Si ese no es el propósito inicial del tenista, si eso no es lo que lo mueve, será muy difícil lograr ser constante y perseverante en la práctica. Se necesita mucho más que querer ser el No.1 para lograrlo.
Levantarse a diario para entrenar largas jornadas en la parte técnica, preparación física, sacrificar su tiempo de ocio con amigos y amigas para dedicarlo al tenis, los viajes, el tiempo lejos de la familia, sólo se logran cuando el tenis es una pasión. Si como padres hemos tratado de “inculcar en nuestros hijos la práctica del deporte”, pero ellos no lo viven como una pasión propia, los invito a reflexionar y evaluar con ellos qué los mueve cuando están en la cancha. Si no es el tenis habrá algún otro deporte que les apasione, pero motivémoslos a tener un propósito que vaya más allá del triunfo y los logros.
Definir propósitos en la vida, incluso a corta edad, es muy importante. Eso le da sentido a nuestro día y a cualquier actividad en la que estemos participando. Uno de los grandes generadores de estrés en los adultos es precisamente encontrarse en un punto de la vida donde el sentido se ha perdido.
Sean un apoyo en la creación de los sueños de sus hijos. Ellos se lo agradecerán cuando crezcan.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/866354609056616448/7tlKY4G0_400x400.jpg» ]Ximena Beltrán @menabeltrang[/author]
