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Un intratable Carlos Alcaraz marcó territorio ante Taylor Fritz, 5° del ranking ATP, al que venció con solvencia en la final del ATP 500 de Tokio por 6-4, 6-4 tras una hora y media de juego para sumar un nuevo trofeo al bolsillo y el primero en el país del sol naciente, justamente en la que es su primera aparición en el torneo japones.
El murciano, de 22 años, disfruta de un momento inmejorable en su carrera. La victoria en Japón en lo que fue su 67.º partido ganado esta temporada en el circuito ATP, le llevó a su octavo trofeo en lo que va de 2025 y el 14.º de su carrera profesional. Fue una pequeña revancha para Alcaraz que une Tokio al US Open 2025 y Roland Garros, a los Masters 1000 de Cincinnati, Roma y Montecarlo y los torneos de Queens y Rotterdam, cosecha que resume el año más fructífero del ganador de seis Grand Slam.
Alcaraz que ahora es el cuarto campeón español en Tokio después de Manuel Orantes (1977), David Ferrer (2007) y Rafael Nadal (2010), pudo romper cada saque de Fritz a partir del 2-2. No lo aprovechó hasta el noveno juego, momento clave, para ponerse con 5-4 y el saque de su lado. Cerró la manga a la primera con gran autoridad tras 48 minutos.
Mantuvo el nivel que no pudo seguir Fritz y Alcaraz completó un parcial de 4-0 que le sirvió para cerrar el primer set y encarrilar (2-0) el segundo. Fritz necesitó la asistencia del fisioterapeuta de pista para sanar una dolencia en el muslo izquierdo. Pero no mejoró en la pista a pesar de la atención. El partido cayó en la mano con 5-2 y el saque. No lo cerró ahí Alcaraz. Fritz logró su primera rotura y llevó el duelo al 5-4. No hubo relajación. Tiró de repertorio el español, dos dejadas seguidas y el título al bolsillo.
Con una dejada, la segunda seguida en el juego, cerró el triunfo el murciano de 22 años que lleva dieciocho triunfos al hilo en el circuito ATP. Entre tanto, solo una derrota, en la Laver Cup, precisamente contra Taylor Fritz, hace diez días. Ese partido perdido fue el único en los cuatro partidos cara a cara anteriores que Alcaraz había jugado con Fritz, al que siempre hasta ese momento había ganado. En Tokio, volvió a marcar distancias ante el Top 5 del mundo donde ya ha puesto también su bandera.