El último día de acción de la rama femenina en esta edición del Abierto de los Estados Unidos, trae consigo una batalla férrea; sus protagonistas, Serena Williams y Caroline Wozniacki, dos jugadoras que han tenido que recorrer diferentes caminos para llegar a la cima de este deporte. A pesar de la gran amistad que las une, está tarde no será amena, pues tan sólo una sonreirá, mientras la otra seguramente quedará ‘herida’. Nueva York se viste de gala para coronar a su campeona.
Serena llega a su octava definición en Flushing Meadows mejor que nunca, a pesar de haber cursado una temporada sombría en este tipo de eventos, donde su mejor resultado se remontaba a Australia, cuando pisó los octavos de final. La carta local no ha perdido sets a lo largo de estas dos semanas y en su cartera tiene un registro insólito: en los seis partidos que ha jugado hasta la fecha, nunca una rival le ha podido sacar más de tres games en cada parcial.
«Estoy muy emocionada de estar en la final; a principios de la semana no estaba segura de que podía estar aquí, así que estoy muy contenta por haber llegado tan lejos». recalcó la número uno del mundo al sellar el paso su definición número 22° en Grand Slams.»Definitivamente será otro partido muy disputado» dictó la hermana menor de las Williams sobre su contienda con Caroline Wozniacki, «ella realmente conoce bien mí juego y sabe cómo combatir. Es muy compacta y eso la convierte en una rival muy difícil para mi».
Por su parte, Caroline, intentará saldar una deuda pendiente que tiene consigo misma, levantar su primer torneo de Grand Slam. Y advierte, «espero demostrar una vez más que sí puedo». En el pasado la danesa sufrió al ser catalogada como una jugadora sin proyección, pues según expertos en la materia, su juego poco agresivo jamás podría catapultarla al top 100 y mucho menos levantar una corona de un evento de tal magnitud.
«Cuando ella está en ‘llamas’, es difícil de superar» afirma sobre su rival de esta tarde, la novena tenista en la historia en estar más semanas al comando del ranking WTA. Y continúa, «es una gran jugadora y ha ganado muchos torneos de Grand Slam».
Sin embargo, el presente da esperanza a Wozniacki, quien a pesar de haber perdido en este mes en dos ocasiones contra su amiga, pero contendiente en esta ocasión, siente que puede dar la ‘estocada’, «he tenido dos partidos difíciles contra ella en las últimas semanas. He estado muy cerca. Esperemos que la tercera sea la vencida». En total estas jugadoras han chocado nueve veces, ocho triunfos han quedado de lado estadounidense y el restante fue para la europea.
Este domingo se gestará otro pedazo de historia del deporte blanco. Serena irá por su cetro número 18 en Grand Slam (sexto en el Us Open) y así lograr igualar a Martina Navratilova y Chriss Evert; en tanto, Caroline, quiere apagar esos fantasmas que lleva consigo y que la tienen como una de la tres jugadoras que ha sido número uno del mundo sin levantar un ‘major’.
