El escocés no compite oficialmente desde el pasado 12 de julio de 2017, cuando cayó en los cuartos de final de Wimbledon ante Sam Querrey.
Este martes, cuando ingrese al campo central del Queen’s Club, Andy Murray habrá dejado atrás los once meses que estuvo sin competir en el circuito, debido a la lesión de cadera que lo marginó de las canchas y que tantos problemas le ha causado a lo largo de su carrera tenística. Ya había pasado por una situación similar en 2013, cuando se operó de la espalda; sin embargo, en aquella época la recuperación le demandó apenas cuatro meses, más allá de no haber encontrado una solución definitiva a sus inconvenientes físicos. «(Luego de la operación de espalda) me tomó bastante tiempo sentirme bien de nuevo, y ahora es lo mismo. No estoy libre de dolor», sostuvo en su primera rueda de prensa antes de debutar en Queen’s.
«He tenido un problema con mi cadera durante aproximadamente ocho años»
Volver a competir oficialmente, y hacerlo en el torneo que más veces lo ha visto alzarse con el título a lo largo de su carrera, debería ser una motivación para el escocés. Pero él confesó estar preocupado. «No he jugado un partido durante 11 meses. No sé cómo me sentiré cuando comience a competir y juegue un montón de partidos en pocos días», confesó. «No importa si vuelvo ahora, si lo hubiera hecho hace tres semanas o si lo hiciera dentro de cinco semanas… las dudas serán las mismas (…) No hay garantías de cómo me sentiré después de un partido. Tendré una mejor idea después del martes».
Su estreno en el Fever-Tree Championship no será para nada fácil, pues tendrá enfrente al siempre peligroso Nick Kyrgios. «Será un partido muy difícil, porque cuando está enfocado es uno de los mejores jugadores del mundo jugando sobre césped. Por la forma en que sirve y cómo puede jugar cada golpe, pensaría que no habrá demasiados rallies largos», comentó el de Dunblane, quien aseguró que ha extrañado la competencia. «Me encantaría volver a la cima, pero sólo quiero comenzar a jugar y sentirme bien», y luego agregó: «Tengo cero expectativas y solo me tomo tiempo. Intenté hacer lo correcto, escuchar a mi equipo y a todos los que me rodean, para tratar de entrar en la cancha y comenzar a competir».
La única preocupación del actual 157 del escalafón mundial es estar sano para iniciar su proceso. Los resultados llegarán con el tiempo. «Hice bastantes grandes cambios respecto al tiempo que gasto en el entrenamiento de la cancha para darle una carga adecuada a mi cuerpo. (…) La competencia será otra etapa de mi rehabilitación». A partir de mañana, el ex Nº1 del mundo afrontará la recta final de su recuperación en en el lugar donde más veces ha gritado campeón.
Redacción Match Tenis
