La oriunda de Minks vuelve a estar en plenitud. Este domingo Victoria Azarenka se ha consagrado campeona del WTA Premier Mandatory de Indian Wells, después de superar a la favorita local, Serena Williams (6-4, 6-4), en un encuentro en el que desde el principio hasta el final impuso condiciones y manejó los tiempos del encuentro. El triunfo le ha dado el título número diecinueve de su carrera y partir de este lunes la hará retornar al top diez después de dieciocho meses.
El desierto californiano fue testigo de una gran muestra de madurez de la tenista bielorrusa, que supo controlar la potencia del ídolo local, para hacerse con una alegría que la acerca a la élite del vestuario femenino, ese mismo que abandonó hace año y medio, debido a diferentes problemas físicos y personales que atravesó. Desde el inicio, la exnúmero uno del mundo, mostró sus cartas y dejó claro, que en su mente y en su tenis, solo estaba una consigna, la victoria. Un quiebre tempranero a favor de Azarenka iba a marcar el rumbo de la primera manga, pues lo supo mantener a lo largo de los 41 minutos que duró el parcial. Además, con su servicio sorteó momentos difíciles (cinco bolas de break), que terminaron respaldando su gran tarde.
Para el segundo set la situación no cambió mucho. ‘Vika’ salió embalada y se montó en la pizarra rápidamente con un contundente 4-0, que más tarde se convirtió en un 5-1. Sin embargo, el pulso le tembló y empezó a padecer cierto nerviosismo que se vio reflejado en el marcador. Cuatro games consecutivos de la estadounidense apretaron el choque, pero el susto pasó para la nueva habitante del top 10 (8 del mundo), cuando en su segundo intento para cerrar el partido con su servicio, logró levantar dos bolas de break y terminó aprovechando su primera bola de partido para volver a rugir en Indian Wells después de cuatro temporadas (2012) y convertirse en la primera jugadora en la historia en derrotar a Serena en cuatro finales WTA.
El título diecinueve de Victoria Azarenka deja claro que camina a pasos agigantados hacia la élite de la rama femenina. Con dos títulos (Brisbane e Indian Wells) y un registro de 16 victorias y tan solo una derrota, a partir de este lunes será ocho del mundo y deja un precedente: sí está en plenitud de condiciones puede vencer a cualquiera. Entretanto, Serena, que no pudo repetir la historia de 2001, vuelve mostrarse falible en choques decisivos y evidencia que su tenis y su mente no pasan por un momento de lucidez.
Redacción Match Tenis