En una final cargada de emoción y cartas bien jugadas, Coco Gauff se proclamó campeona del WTA 1000 de Wuhan, tras vencer a la también estadounidense Jessica Pegula por 6-4, 7-5. El partido fue un reflejo de la madurez competitiva de Gauff: detrás del marcador cerrado se escondió una versión aguerrida que supo remontar y cerrar con autoridad.
Desde el primer set, Gauff tomó la iniciativa con firmeza y quebró a su rival en el momento decisivo para llevarse el parcial 6-4. En el segundo set, Pegula arrancó con ventaja (3-0), pero Gauff no se inmutó: hilvanó una serie de juegos clave para empatar y luego quebrar cuando más importaba, rompiendo el servicio de Pegula para el 5-5 antes de cerrar el título. Así, ganó cuatro juegos consecutivos al final para sellar la victoria en sets seguidos.
El contexto del torneo añade profundidad al triunfo. Gauff no cedió sets en todo el torneo, demostrando consistencia y solidez. Además, en las semifinales, Pegula había acabado con el récord de invicto de Aryna Sabalenka en Wuhan (20 partidos) para alcanzar la final, algo que realza aún más la dificultad del cuadro.
Este título tiene múltiples significados para Gauff. Es su undécimo título en el circuito WTA y su tercer título WTA 1000 —se une a los conseguidos en Cincinnati en 2023 y Beijing el año pasado. Con esta victoria, Gauff iguala un hito que no se veía desde Serena Williams: ganar nueve finales consecutivas en pista dura. También se convierte en apenas la segunda jugadora estadounidense en alzar el título de Wuhan, tras Venus Williams en 2015.
