El ruso pasó momentos críticos en el tercer set de su partido de tercera ronda, pero al final se quedó con la victoria.
Para igualar su mejor resultado en el Masters de Miami, Daniil Medvedev tuvo que sacar una victoria muy complicada ante el australiano Alexei Popyrin en la jornada del domingo. No fue solamente la exigencia de un partido a tres sets que tuvo una duración de 2h30m, sino los problemas físicos que tuvo que sobrellevar en el set final de un encuentro que se le iba saliendo de las manos.
El número dos del mundo tenía todo controlado: un set a favor y quiebre adelante en el segundo, todo parecía indicar que iba a regresar muy pronto a los vestuarios; pero cuando se dispuso a sacar 5-4 para cerrar su trabajo del día empezaron los problemas: Popyrin le rompe el servicio en cero.
Acto seguido, con el servicio del australiano, un 0-40 a su favor y tres puntos de partido para ahora sí tomar respiro. Pero no fue así. Un inspirado Alexei los salvó y condujo todo al tiebreak donde aprovechó uno de los tres set points de los cuales dispuso para igualar el encuentro.
La igualdad en el tercero fue la constante hasta que llegó el fatídico séptimo game, donde Medvedev logró el anhelado quiebre; pero allí apareció otro protagonista en el partido: los calambres. El ruso, aunque no tuvo mayores problemas para cerrar el partido, se vio casi que congelado en la cancha, poco podía moverse; daba pasos cortos, pero la energía que aún conservaba le sirvió para salvar el boleto a los octavos de final.
«Es probablemente una de las victorias más dulces de mi carrera, porque tenía calambres como el infierno en el tercer set», comentó el ruso en cancha. «Una cosa es cuando tienes calambres cuando estás arriba en el marcador, pero yo empecé a tener calambres antes. Fue difícil pensar en la victoria en estas condiciones», completó.
Sin embargo, subrayó la importancia de haber sacado el partido a pesar de la incomodidad que vivió en cancha. “Al mismo tiempo, debería haber ganado en dos sets y no estaríamos hablando de calambres. Pero de todos modos, tenemos el resultado en la pizarra y estoy feliz de haber logrado superar todas las dificultades de este partido definitivamente loco».
También comentó sobre lo que pasaba en su cabeza luego de haber perdido aquellas opciones en el segundo set. Sabía que tenía que dejarlo de lado y continuar, pero los calambres hicieron esa tarea un poco más complicada. «Tan pronto como una oportunidad perdida sucede, te concentras en la siguiente, pero lo único es que fue difícil concentrarse en la siguiente porque sentí que se acercaban los calambres. No fue fácil».
Medvedev ahora rivalizará ante el ganador entre Frances Tiafoe y Dusan Lajovic; misma sección del cuadro donde se encuentran John Isner y Roberto Bautista, quienes vencieron a Felix Auger-Aliassime y Jan-Lennard Struff, respectivamente.
La jornada también presenció la victoria del sorprendente finés Emil Ruusuvuori, quien ganó el duelo de jóvenes ante Mikael Ymer por 4-6, 6-1, 7-5. Así como el vibrante triunfo de Janick Sinner ante Karen Khachanov en casi tres horas de partido: fue por 4-6, 7-6(2), 6-4.
Redacción: Fabián Valeth Orozco.
