No cabe duda que el tenis es uno de los deportes más costosos del mundo, pues los tenistas en su gran mayoría dependen de los resultados que obtengan para ganar dinero. Aquel o aquella de desee embarcarse en una carrera profesional en este deporte, debe tener los recursos para hacerlo, y son muchos los que toman la decisión de dar por terminada su ilusión por no contar con los mismos. Otros optan por ir a la universidad, practicar tenis allí y luego tratar de dar el paso a la élite, y fue justamente lo que hizo Danielle Collins, semifinalista del WTA Mandatory de Miami.
Tras doblegar con credenciales a quien considera su ídolo, la veterana Serena Williams, Collins habló con los medios de comunicación y reveló detalles sobre sus inicios y de la vida en el alma máter. “No tuve una infancia sencilla. Mi familia no tenía muchas posibilidades económicas por lo que no tuve disponibilidad para ir a entrenar a un buen club. Era habitual para mí acudir a pistas públicas y pedir partidos a la gente mayor”, expresó la norteamericana de 24 años.
Esa situación la llevó a tomar la decisión de ir a la universidad y posponer su salto al profesionalismo. “Yo dominaba el circuito nacional con 16 años, pero mis padres no tenían el dinero necesario para empezar una carrera profesional viajando al extranjero. Lejos de venirme abajo, decidí ir a la universidad, así que estoy muy orgullosa de haber podido estudiar en la Universidad de Virginia y combinar mis estudios con el tenis” complementó.
En el año 2014 tras ganarle un set a la actual número uno del mundo, la rumana Simona Halep en el Abierto de los Estados Unidos, muchas personas le recomendaron que abandonara la universidad y diera el salto al tenis profesional, pero no aceptó, y dos años más tarde se graduó en medios de comunicación y piensa seguir estudiando cuando deje el tenis. “Tengo aspiraciones de seguir estudiando para hacer cosas cuando cuelgue la raqueta. Pero sé que esto es mi vocación, si no juego me aburro. Estoy muy comprometida con mi carrera profesional y sé que debo mejorar mucho a nivel físico. Quiero jugar muchos Grand Slam, pero para ello debo trabajar muy duro”.
Tras el título logrado en el WTA 125 K de Newport Beach en enero pasado incursionó por primera vez entre las 150 mejores del mundo, esa actuación le permitió un wild card en Indian Wells y lo aprovechó de la mejor manera al llegar hasta la cuarta ronda, resultado con el que ingresó al Top-100. No fueron resultados fáciles, y eso lo sabe Collins. “Fue difícil para mí pasar de ser la gran dominadora a jugar contra chicas superiores a mí. Me está dando mucha confianza ver que puedo competir contra las mejores. Mi objetivo es afianzarme en el Top-100”.
Indagada sobre la clave para vencer a Venus, la nacida en Florida no se ahorra secretos. “Desde el principio quería hacer valer mi gran movilidad, que es la gran fortaleza de mi tenis. Si lograba moverme rápido y correr mucho evitando que ella tomara la iniciativa, sabía que podía imponer mi ritmo. Quería anular sus puntos fuertes”. Los puntos WTA ganados hasta el momento le permitirán amanecer el próximo lunes en el puesto 53, pero si logra vencer a Jelena Ostapenko en semifinales quedará 35; y si es campeona 28.
Los números negativos del año pasado, en el que jugó ocho partidos WTA cayendo en todos ya hacen parte de la historia; ahora exhibe su talento en los grandes escenarios, y no cabe duda que con lo hecho hasta el momento es un indicativo que está para cosas grandes. Danielle Collins, un ejemplo de tenacidad, de pundonor y de superación personal, además de dejar en evidencia que la universidad puede ser un eslabón para ser tenista profesional.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/532902040893022209/gonhrGnQ.jpeg» ]Francisco Vargas: Twitter @VargasPacho. Periodista especializado en tenis con una experiencia de 8 años en los diferentes circuitos de la ATP y WTA. Voice Over en eventos internaciones. [/author]