La estadounidense pasó por un momento difícil en 2019 que la llevó a considerar si debía seguir compitiendo.
Este sábado, la tenista norteamericana Danielle Collins tendrá la oportunidad de luchar por su primer título de Grand Slam en el Abierto de Australia, un torneo donde ha demostrado un enorme potencial y la capacidad de jugar a velocidades aceleradas que han hecho sufrir a más de una contrincante.
Sin embargo, en el último tiempo no ha sido todo color de rosas para la jugadora de Florida. Durante su infancia, su familia atravesó por diversos problemas económicos, pero logró sobresalir en un deporte que generalmente es más complicado para aquellos que no cuentan con muchos recursos. Y luego, ya siendo una profesional, también tuvo que lidiar con muchos problemas físicos, incluso graves.
En el podcast ‘Behind The Racquet‘, la jugadora que ingresará al top-10 luego de su paso por Melbourne contó que durante el verano de 2019 empezó a sentir que su «cuerpo crujía» y eso la llevó a buscar opiniones médicas para saber qué estaba pasando.
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«Esto fue el colmo y decidí ver al reumatólogo. Mi cita era en unas semanas por lo que decidí jugar en Toronto mientras tanto, pero fue algo que no ayudó«, comentó Collins. «Después de ver al reumatólogo, encontraron erosión en el cuello, las manos y los pies, lo que era compatible con la AR (artritis reumatoidea)».
Esto necesitó que se sometiera a diversos exámenes para descartar enfermedades mayores, pero finalmente le fue diagnosticada AR, lo que la llevó a tomar medicamentos que no funcionaron hasta cierto punto.
«No quería probar cosas nuevas porque veía que mi calidad de vida no mejoraba, pero ahora he estado tomando dos que me han funcionado muy bien, combinado con una dieta estricta. Superviso mi entrenamiento y escribo todo. Soy mucho más metódica y comprendo mis necesidades cuando no me siento bien».
Luego de pasar este episodio, la norteamericana valora el hecho de que pueda seguir compitiendo y ahora mucho más cuando está ad portas de su primer título de Grand Slam. «No sabía si iba a seguir jugando al tenis o no, pero ahora cuando veo que estoy jugando me ha dado una fuerza mental para luchar, incluso en los peores días que tengo en cancha».
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Redacción Match Tenis
