OPINIÓN | Anoche me fui a la cama triste porque me duele escuchar a David Ferrer decir lo que dijo. El alicantino pasó por los micrófonos de los compañeros de El Larguero de la Cadena SER y noté a un jugador que ya no sabe qué hacer; que está abatido en el olvido de una memoria frágil que ha llevado sus victorias y partidos a un segundo plano cuando antaño coparon portadas de diarios.
Parece que ese Ferru, que ha dado tantas y tantas alegrías al tenis español, a nadie le importa. Pero, miren, hay algo que David, pese a estar como está, nunca ha perdido y es la humildad. Da igual que el viento haya ido a favor o en contra, como pasa ahora. David Ferrer siempre ha dado la cara y eso, para mí, merece todos los respetos.
Porque ha habido muy pocos jugadores -contados con los dedos de una mano- que hayan peleado hasta la extenuación partido tras partido; que hayan enarbolado los sentimientos de un aficionado al tenis de esta forma; que se hayan dejado la piel por un país, como lo que sucedió, como último ejemplo de tantos, en la eliminatoria de Cuartos de Final de Copa Davis ante Alemania en la que, si no hubiera sido por él en el momento crítico, España no estaría luchando por un puesto en la final de la Ensaladera.
David Ferrer es una lección en sí mismo. Un caso de estudio con muy pocos precedentes.
Porque sin Ferrer, España no sería. Porque sin su coraje, sin sus valores, sin sus embestidas miles y miles de jóvenes no habrían aprendido lo que es el sacrificio y lo que es no rendirse en una pista de tenis. David Ferrer es una lección en sí mismo. Un caso de estudio con muy pocos precedentes. A querer le ganan pocos, muy pocos. Da igual el momento de forma en que se encuentre. Ferrer ha estado ahí cuando más se le ha necesitado y eso es un valor intangible que hay que cuidar hasta el final de sus días como profesional.
A todos esos que ahora hablan, tras sus malos resultados, les recomiendo silencio como consejo farmacéutico. Es la medicina que cura las bocas inquietas; también, a menudo, aquellas que no tienen otra cosa más interesante que hacer en su día a día.
Yo solo pido respeto y una retirada con un homenaje digno. A la altura de un gladiador como él. Sea donde sea y cuándo sea. Allá tendremos que desplegar una alfombra roja a su paso para un caballero como él o, de lo contrario, habremos tirado por tierra la enorme figura de una persona humilde, sincera, luchadora y comprometida con su pasión.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/947115456313389056/6XbxWQhc_400x400.jpg» ]DAVID SÁNCHEZ: @DASanchez__. Periodista especializado en tenis. Autor del libro ‘Sentir el tenis’ (Editorial Libros.com). Voleador nato en la red 2.0 y un jugador regular desde fondo histórico. Ágil y con capacidad de adaptación a todo tipo de superficies textuales. Español pero cosmopolita gráfico. He publicado en medios como CNN Chile, Sphera Sports, SportYou o El HuffPost y colaborado con emisoras radiofónicas como Radio MARCA, esRadio, RNE o Radio Internacional.[/author]
