Las dudas emergían ayer en Shanghái. Juan Martín Del Potro no se ejercitó, con normalidad, en los entrenamientos previos para aclimatarse a las condiciones rápidas que afectan al penúltimo Masters 1000 del año. Había rumores de que el tandilense aún permanecía convaleciente de la fiebre, en forma de gripe, que le había afectado durante gran parte de la semana anterior en Pekín.
Incluso su jefe de prensa, Jorge Viale, confirmaba vía Twitter que el argentino valoró no presentarse a la semifinal que iba a disputar, ante Fognini, en la capital china, pero que finalmente fue el italiano, aquejado del tobillo, quien primero decidió no jugar el partido. Del Potro disputó la final aunque sucumbió ante Basilashvili.
Cierto es que hoy seguía enfermo. Se le notaba en diversos tramos del encuentro, tosía. Pero aún así dio la talla para doblegar al francés Richard Gasquet en un partido igualado que acabó favorable al de Tandil en dos mangas (7-5 7-6(7)).
Se lamentó el francés, que dispuso de una rotura a favor en el primer acto e incluso cuatro bolas de set en el tie break de la segunda manga. Ni por esas. El triunfo fue para un Del Potro que parece no estar totalmente curado del virus. El tandilense se medirá ahora en octavos de final al croata Borna Coric.
Tsitsipas puede con Khachanov en un partido precioso
Quien también accedió a los octavos de final en Shanghái fue el griego Stefanos Tsitsipas, que ya deleitó en su primer partido, en la ciudad asiática, ante el francés Gael Monfils. El rival de hoy tampoco era baladí.
Karen Khachanov dio bastante guerra al jugador heleno en un partido igualado, sobre todo, en un segundo set donde ambos ofrecieron un nivel excelso con un tie break que enamoró al respetable. La victoria fue para Tsitsipas (6-4 7-6(8)), que se medirá por un puesto en cuartos de final al ganador del duelo entre Kukushkin y Anderson.
Redacción Match Tenis
