El duelo que más se ha repetido en la era Abierta del deporte blanco tuvo una nueva cita. El O2 Arena de Londres, fue testtigo de como Novak Djokovic, continuó con la hegemonía de los últimos tiempos ante Rafael Nadal y tras una hora y veinte minutos (6-3, 6-3) consiguió su boleto a la final del torneo de maestros.
Foto: Clive Brunskill/Getty Images Europe
Un Djokovic descansado ante un Nadal visiblemente agotado. El serbio llegaba a la semifinal del Masters de final de año con varios plus a su favor: tenía dos días de descanso; su confianza estaba de vuelta tras vencer a Berdych en sets corridos; y su hegemonía ante Nadal en la presente temporada lo hacía respirar tranquilo (tres triunfos en tres choques). Del otro lado, aparecía el mallorquín con su confianza vulnerada a pesar de llegar invicto a esta instancia, pues David Ferrer le sacó una que otra cana; su estado físico padecía los embates de dos horas y cuarenta minutos que tuvo que batallar este viernes; y de paso, en frente, un rival, al que no derrota en un partido en pista dura desde el Us Open 2013.
La batalla número 46 entre Novak Djokovic y Rafael Nadal no tuvo un inicio diferente que el plasmado en los escritos de los expertos. Un huracán grado uno pasó por Londres durante los primeros minutos de juego. Con convicción, varios aciertos y mínimos fallos (14 tiros ganadores y 9 errores no forzados en el primer set), Djokovic se puso 3-0 en el marcador y empezó a encaminar la historia. Nadal tras de verse abajo en el marcador, buscó poner orden en el juego y que la igualdad volviera, pero esto no pasó. Su tiros cortos, que en su mayoría nunca pasaron la zona del servicio pusieron a merced del serbio el trámite del parcial, que terminó quedando de su lado después de 34 minutos.
Nadal dispuesto a dar vuelta al marcador, pasó un pequeño susto en el inicio del segundo set pero supo salir ileso. Una ruptura de entrada hubiera puesto al de Belgrado en inmejorables condiciones de cara a la victoria. A pesar de dejar pasar esa oportunidad, el número 1 del mundo, tenía claro lo que tenía que hacer: sostener su servicio y esperar que a que llegara su opción a la hora de restar. Con juegos de servicio relativamente cómodos, en los que prácticamente no conoció la palabra apuro, esperó su momento. En el quinto game aprovechó la postura defensiva de Nadal y en la segundo opción de quiebre que generó logró su cometido.
Su servicio continuó dándole réditos (89% de efectividad con su primer saque y 61 % con el segundo), y de esta manera solo tuvo que esperar al cauce normal del partido. A partir de ese quinto game, solo perdió tres puntos al saque, situación que irremediablemente lo depositó en la jornada decisiva del torneo que reunió a los ocho mejores tenistas de la temporada.
El serbio aparecerá en quinta final de la Copa de maestros – 85 de su carrera- con un registro a su favor: cada vez que disputó el encuentro decisivo en este evento, este quedó a su favor. A la espera de conocer a su rival, que saldrá del choque de esta tarde ente Roger Federer y Stan Wawrinka, ‘nole’ goza de tranquilidad y sabe que de no pasar nada extraordinario, mañana podría estar alzando un título más en su laureada carrera.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/624815401361346560/g6HAHEGJ.jpg» ]ANDRÉS VARGAS PERAZA: @andresvarperaza. Periodista especializado en tenis. Exjugador de tenis con puntuación ITF. Miro el deporte desde una perspectiva diferente. Estuve en el lugar del deportista, ahora del periodista. Director y editor del portal www.matchtenis.com.[/author]
