Una vez más, la Laver Cup resultó siendo todo un éxito. Hace un año fue en Praga, éste último fin de semana se disputó en Chicago y en ambas ocasiones fue el Team Europe el que se adueñó del trofeo que los ganadores transforman en una copa (gigantesca) de champaña para la celebración.
Más allá del resultado, el gran valor de este certamen amistoso radica en los momentos de intimidad y compañerismo que comparten los protagonistas. Así lo expresaron todos los jugadores y también los capitanes, cada vez que fueron indagados sobre su percepción del torneo que se disputa en honor a Rod Laver.
«Si hay un sueño perfecto sobre tenis, es éste«, confesó Novak Djokovic, quien integró la nómina del viejo continente por primera vez. «Tener a una leyenda como Bjorn Borg en tu banquillo, y a jugadores de este calibre apoyándote en cada punto, teniendo en el otro lado a McEnroe, es una gran experiencia y estoy agradecido de poder haberlo vivido. Me ha encantado compartir momentos con Roger y hablar de tenis, de la vida, de la familia o de fútbol. Realmente espero que podamos tener la oportunidad de juntarnos otra vez», agregó.
Luego, el serbio destacó lo más valioso para él de haber estado en la Laver Cup. «Estaba deseando poder jugar esta competición. Durante el fin de semana tuve la oportunidad de conocer a cada integrante del equipo y fortalecer la relación que ya teníamos antes», expresó.
Pero si de elogios se trata, Federer también se despachó al hablar del balcánico. «He disfrutado poder pasar más tiempo junto a Novak. Durante todos estos años hemos tenido una intensa rivalidad y siempre pensé que nos llevábamos bien y que nos respetábamos. Ha sido genial y refrescante para mí. No diré que va a rejuvenecer nuestra rivalidad, pero ha sido genial en muchos niveles», aseguró ante los micrófonos el suizo.
Redacción Match Tenis
