Con su triunfo de este miércoles, el balcánico llegó a 242 victorias en torneos de Grand Slam, siendo la segunda mejor marca histórica.
La operación retorno pinta cada vez mejor. Novak Djokovic volvió a exhibir un buen tenis en su partido ante Jaume Munar y se instaló en la tercera ronda de Roland Garros, tras imponerse en el marcador por 7-6, 6-4 y 6-4. Sin embargo, el nacido en Belgrado fue autocrítico con su nivel de juego.
No fue un partido sencillo para el serbio, que, a sabiendas de las características de su rival de turno, debió entregar una cuota extra de sacrificio para apoderarse del trámite del partido. Las aperturas con su derecha, más la técnica y la elasticidad que lo caracterizan, se combinaron para superar al joven y combativo rival que tuvo enfrente.
Los dos primeros sets se resolvieron por detalles mínimos, en los que la experiencia fue determinante para inclinar la balanza a favor de ‘Nole’. Ya en el parcial definitivo, el recorrido histórico del ex Nº1 del mundo en las grandes citas fue clave para dejar sin chances a un Munar que no se quebró mentalmente a pesar de la desventaja, pero que sí padeció el desgaste físico como consecuencia de su estilo de juego.
Ya en rueda de prensa, el nacido en Belgrado expresó: «Tuve buenos y malos momentos a lo largo del encuentro. No estoy satisfecho, pero espero que mi nivel aumente para seguir en carrera». Y completó con una reflexión, como ha sido costumbre en sus últimas declaraciones. «Nunca creí que necesitaría partidos para ganar confianza, pero, por lo visto, estoy aprendiendo algo nuevo en mi vida», sostuvo.
En su tercera salida, Djokovic se medirá nuevamente ante un español; Roberto Bautista Agut, que derrotó en su duelo de segunda ronda al colombiano Santiago Giraldo.
Redacción Match Tenis
