La rotura del ligamento cruzado anterior que sufrió en su pierna izquierda, en 2005, estuvo a punto de privarlo de ser tenista profesional.
“La verdad es que lloro muy poco, pero lo que estamos viviendo es muy fuerte. Hace 15 años (sic) me dijeron que no podía volver a jugar tenis pero hoy estoy aquí, como campeón de Wimbledon, ante todos ustedes”, confesó Juan Sebastián Cabal, quien no pudo contener las lágrimas durante el homenaje que recibió -junto a Robert Farah- en la sede principal de Colsanitas el pasado lunes.
En medio de los halagos, el agradecimiento y las risas que inundaron la sala de prensa, el vallecaucano se dio un momento para descargar la nostalgia que le provocó la histórica consagración en La Catedral. En 2005, con apenas 18 años, o lo que es igual, con una vida repleta de ilusiones, estuvo al borde del retiro tras sufrir una lesión de ligamentos mientras disputaba un torneo ITF en Morelia (México).
Según los médicos del torneo, el hoy campeón de Grand Slam había sufrido una desgarro. Sin embargo, él sabía que ese giro abrupto que dio su rodilla al frenar de repente sobre la pista, conllevaba algo más. “Llegué a Bogotá con la pierna inmovilizada y cuando me revisaron los médicos de Colsanitas tenía la rodilla bastante inflamada”. La lesión que comprendía el ligamento colateral, el tendón de su bíceps y el menisco lateral, estaba confirmada.
Los daños físicos era apenas una mínima porción del dolor que sentían Juan Sebastián por entonces. Su carrera estaba más cerca de terminarse que cualquier otra cosa. En principio, necesitaría un año entero para recuperarse de la cirugía y volver a la actividad física, aunque eso no garantizaba que pudiese volver a la competencia de alto rendimiento. Pero la tenacidad que demuestra en cada pista del circuito ATP fue la misma en aquel difícil momento.
“Como especialistas en el área, mis colegas y yo dudábamos que Juan volviera a competir, pero su compromiso, su mentalidad y su empeño fueron claves la recuperación”, recordó Ernesto Martínez, el médico encargado de darle un segundo aire a la carrera del doblista nacional, y quien tampoco pudo evitar emocionarse durante el homenaje realizado en Bogotá a los campeones.
Los 12 meses que en principio necesitaba para reponerse, se convirtieron en 18. Pero qué importaba; el proceso ya estaba en marcha y la ilusión de volver a practicar el deporte que ama no se la quitaba nadie. Superó los días difíciles y se impulso en los días que la cabeza le permitía tomar aire para seguir adelante. Así pasaron otros diez meses, hasta que le comunciaron que podría volver a pisar una cancha de tenis, gracias al impecable trabajo de reconstrucción realizado por Martínez y su equipo.
El resto de la historia es conocida por todos. Se reencontró un par de años después con Robert, quien se había graduado como economista en Estados Unidos, y juntos emprendieron un camino en el que durante los últimos años han empezado a recoger los frutos del trabajo, la disciplina, y en el caso específico de Juan Sebastián, la fe.
[author image=”https://pbs.twimg.com/profile_images/1122365846247096320/gFoXr9nB_400x400.jpg” ]Marcelo Becerra Concha (@Marcelob11) Disfruto conociendo el mundo del deporte desde adentro. Bogotá.[/author]
