El tenista trasandino se refirió a lo que significó su 1ª victoria en La Catedral.
Han pasado once años desde que Nicolás Jarry conoció la magia de Wimbledon. En aquella época, en compañía de su abuelo Jaime Fillol, uno de los artífices en la fundación de la ATP, vivió en primera fila todas las emociones del torneo más antiguo del planeta. Y es que ‘Nico’ tenía la posibilidad de compartir en el camerino con los mejores jugadores del mundo en aquel entonces.
“Esta victoria tiene un significado especial, porque es el torneo que más me gusta. Vine un par de veces con mi abuelo cuando tenía 10 y 11 años. Él jugó al tenis, llegó a ser top 15 y es uno de los fundadores de la ATP, por eso yo tenía pase para ir a camarines”, expresó a la ATP, Jarry, tras vencer por 6-3, 3-6, 7-6(5), 6-4 al serbio Filip Krajinovic, lo que significó su primera victoria en un torneo de Grand Slam.
Jarry, de 1.98 metros de estatura, guarda hermosos recuerdos de lo que fue su experiencia cuando soñaba con ser tenista profesional. “Todavía tengo un libro de Wimbledon con millones de autógrafos de los más grandes. Es un recuerdo que me quedó para siempre. Jugando el partido me he acordado de estos momentos. Siempre quise venir a jugar este torneo y ahora lo estoy consiguiendo“.
“Era mi quinto partido de Grand Slam y haberlo ganado aquí significa algo más para mí. Wimbledon es el torneo que más me gusta. Este año desde que pisé el pasto he estado muy enfocado en cada entrenamiento y me preparé lo mejor que pude para este partido. Quería estar tranquilo mentalmente para afrontar lo que pasa. Feliz de haber hecho todo bien y haber logrado la victoria”, agregó el austral de 22 años.
El sueño de el espigado tenista chileno continuará este miércoles ante el estadounidense Mackenzie McDonald, con quien no registra antecedentes. Es de anotar que Jarry necesita de tres victorias más para igualar la mejor actuación chilena en la catedral. En 1985 Ricardo Acuña y en 2005 Fernando González alcanzaron los cuartos de final.
Redacción Match Tenis
