El nacido en Mallorca alcanzó las 240 victorias en torneos de Grand Slam.
Una sólida actuación le permitió a Rafael Nadal, no sólo anotarse en los octavos de final de Wimbledon, sino también conservar su posición de privilegio en el escalafón mundial masculino, sin importar lo que suceda con Roger Federer en lo que resta del major londinense. «Obviamente, prefiero ser el número uno que el número dos, pero no vine aquí para mantener el Nº1, sino para hacer lo mejor posible en este torneo».
El español de 32 años superó al joven Alex De Miñaur con parciales de 6-1, 6-2 y 6-4, tras dos horas y dos minutos de juego, y aseguró su presencia en la segunda semana del torneo por segundo año consecutivo. «Para mí es muy positivo estar en la segunda semana habiendo ganado tres partidos en los que mis sensaciones han ido en ascenso. «Estoy muy contento con mi nivel en esta primera semana», aseguró Rafa ante los medios.
La candidatura del campeón de 17 grandes es una máxima en cualquier torneo del circuito y aún más en los Grand Slams, donde se juega al mejor de cinco sets. Al ser cuestionado sobre una hipotética final con su rival de toda la vida, el balear fue claro: «Preferiría cruzarme con una rival más fácil, no soy estúpido», soltó entre risas. «Igualmente, el simple hecho de alcanzar la final sería una gran noticia para mí y cualquier oponente sería complicado», agregó.
Su próximo objetivo consistirá confirmar su regreso a la fase de cuartos de final después de siete años, cuando se mida ante el checo Jiri Vesely, quien superó al italiano Fabio Fognini por 7-6(4), 3-6, 6-3 y 6.2
Redacción Match Tenis