Al término de una exitosa edición del Masters y WTA 1000 de Roma, el presidente de la Federación Italiana de Tenis y Pádel (FITP), Angelo Binaghi, aprovechó la ocasión para hacer un balance del torneo y lanzar un mensaje contundente sobre el futuro del tenis, tanto en Italia como a nivel global.
Binaghi celebró el crecimiento sostenido del tenis italiano y destacó el rol que juega la organización de eventos de primer nivel para consolidar ese desarrollo. «Tenemos que apoyar a nuestros jugadores para que hagan hazañas como las de Jasmine [Paolini], estando siempre atentos al mercado internacional para aprovechar cualquier oportunidad, desde un ATP 250 hasta un evento más grande», afirmó, en alusión al buen momento que vive el tenis italiano, con figuras emergentes como Paolini, Jannik Sinner o Lorenzo Musetti.
Sin embargo, el dirigente fue más allá y apuntó directamente contra el modelo de gobernanza del tenis mundial. “La situación que se vive en este circuito es anómala, ¿en qué otro deporte existe un monopolio que dure desde hace más de 100 años? ¿Por qué los Grand Slams solo pueden ser cuatro? ¿Por qué los puntos de un Slam tienen que ser el doble que los de un Masters 1000? No creo que sea justo, ni que ayude al tenis a crecer”, sentenció.
Con estas palabras, Binaghi cuestionó la estructura tradicional del tenis profesional, dominada históricamente por los cuatro torneos de Grand Slam (Australia, Roland Garros, Wimbledon y US Open), cuyas federaciones organizadoras ostentan gran parte del poder político y económico del circuito. El presidente italiano se sumó así a un debate cada vez más presente en el mundo del tenis, donde se discute la posibilidad de reformar el calendario, el sistema de puntos y el modelo de gobernanza.
“Nosotros intentaremos hacer nuestra parte sin olvidar de dónde venimos, recordando que hace 20 años querían regalar este torneo. Si seguimos por este camino creo que no faltarán oportunidades, los campeones del mundo somos nosotros, tanto dentro de la pista como a nivel organizativo”, concluyó Binaghi, en referencia al salto de calidad que ha dado el torneo romano desde comienzos de siglo, cuando su futuro era incierto.