sábado - noviembre 23, 2024
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El tenis, entre el surrealismo y la indecisión

por David Sanchez
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OPINIÓN | En medio de esta guerra contra un enemigo invisible y, desde las trincheras que estos días son cada una de nuestras casas, el tenis toma carices surrealistas. Acomete decisiones unilaterales y egoístas, comunica dejando dudas y siembra incertidumbre en medio de un panorama mundial desolador.

La perplejidad se apodera de jugadores que se enteran por Twitter de noticias de alto impacto y los demás asistimos a un circo en tiempos donde el caos ya reina por sí solo. Todo por una ineficiente falta de empatía, de escucha activa y una inoperancia en la solidez que requiere una toma de decisiones que debería estar consensuada por mandatarios de los tres organismos que gobiernan nuestro deporte (ATP, WTA e ITF).

Indian Wells se cancela con tenistas ya en California. Algunos, muy ávidos, vuelan antes que el resto a sus casas. Otros, en cambio, quedan recluidos en el recinto del torneo mientras el Masters 1000 de Miami permanece en silencio cuando todo el mundo conoce a la perfección el final del relato. Tarde.

ATP e ITF reaccionan el 12 de marzo y suspenden los circuito hasta finales de abril. La WTA va por otro lado y se pronuncia en la siguiente semana, con un parón hasta el 2 de mayo, en momentos donde la discordia queda desnuda ante los ojos de la opinión pública. Rankings, puntos y procesos legales con tenistas suspendidos, en el limbo. Hasta ahí todo medio normal.

La situación da un giro de 180 grados cuando Roland Garros decide tomarse la justicia por su mano y trasladar el Grand Slam parisino -solo un día después de la resolución de la WTA- a septiembre. Un comunicado que desconocen los despachos de la propia ITF, regente de los cuatro torneos más importantes del tenis mundial.

La Federación Francesa de Tenis, en un ejercicio de insensibilidad, hace público el anuncio de un acontecimiento histórico: trasladar de fecha un ‘Grande’ rompiendo los esquemas de los diferentes calendarios ya marcados. Las pautas vuelan por los aires y Roland Garros queda encasillado del 20 de septiembre al 4 de octubre sin importar que no haya gira de tierra batida previa y con el US Open marcado del 24 de agosto al 13 de septiembre. Por medio, un tweet de la ATP eliminado en el que se destacaba la cancelación del torneo francés. ¿Casualidad?

Copa de los Mosqueteros, título del campeón masculino de Roland Garros [Foto: Getty]

Las fechas elegidas coinciden con la Laver Cup de Boston y afectan, en el circuito masculino, a las citas de San Petersburgo, Chengdu, Zhuai y Sofía. En cuanto al femenino, el traslado hace que los torneos de Tokio, Guangzhou, Seúl y Wuhan también se encuentren en una complicada situación. Por medio, el play-off de Copa Davis para optar a las finales de 2021 donde están equipos como Argentina, Bélgica o Japón. La bomba explota.

Se pronuncia la USTA, en un alegato a la coherencia. “En tiempos en el que el mundo camina junto, reconocemos que una decisión de este calibre no debe ser tomada unilateralmente y, por eso, en caso de que haya que retrasar o cancelar el torneo, solo lo haremos tras consultar con ATP, WTA, ITF y otros socios, como la Laver Cup“, dicen.

Horas más tarde, la Laver Cup expone su visión con palo incluido al major parisino. No mueven filas. Las fechas son las que son. Nadie quiere ceder terreno en un mes de septiembre que debería tener 80 días para acoger todas las pruebas que solicitan su inclusión en él. L’Equipe especuló con la celebración de Indian Wells y Miami, con cuadros reducidos y a una semana cada uno, dentro del noveno mes del 2020. Eso fue antes del ‘cañonazo’ de Roland Garros.

En medio del belicismo mediático, ATP, WTA e ITF, deciden -ahora sí de forma conjunta- extender la suspensión del circuito hasta el 7 de junio. Adiós a la gira de tierra batida. Lo más sensato y coherente con el coronavirus por medio. Organizar un torneo de tenis de repercusión mundial no parece la mejor de las formas para evitar el contagio del patógeno. Se congelan los rankings pero aún quedan dudas sobre las semanas de los números uno al frente de la tabla y, por supuesto, el foco se traslada a Londres, donde la peculiar Entry List del Grand Slam británico queda señalada.

Pero esto no ha acabado. Ayer el presidente de la Federación Italiana de Tenis, Angelo Binaghi, decía que planeaba reprogramar el Masters 1000 de Roma. “Estaríamos contentos de ser uno de los eventos preparatorios de Roland Garros. Ojalá se juegue en Roma pero estamos dispuestos a llevarlo a cualquier lugar y superficie”. Surrealista.

Surrealista tanto el hecho de llevar Roland Garros a septiembre, una locura con tan solo una pista cubierta para jugar y un clima propio del otoño en una ciudad donde acostumbra a llover, como el hecho de querer meter otro torneo más antes de la supuesta cita con el ‘Grande’ de la tierra batida en septiembre. ¿Dónde? Es la pregunta. Nadie sabe tampoco qué pasará con los Juegos Olímpicos, en principio, abocados también a una suspensión si las cosas siguen por el mismo camino que hasta ahora.

La incoherencia, la indecisión y el surrealismo agarran al tenis por los brazos en medio de una crisis sanitaria sin precedentes en el siglo XXI. Nuestro deporte ‘enferma’ paralizado por el desgobierno que mueven los intereses en tiempos en los que el planeta entero necesita mera humanidad.

[author image=”https://pbs.twimg.com/profile_images/947115456313389056/6XbxWQhc_400x400.jpg” ]DAVID SÁNCHEZ: @DASanchez__. Periodista especializado en tenis. Autor del libro ‘Sentir el tenis’. Ha publicado en medios como Forbes, Robb Report, CNN, Sphera Sports, SportYou o El HuffPost y colaborado con emisoras radiofónicas como Radio MARCA, esRadio, RNE o Radio Internacional.[/author]

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