La nacida en Santiago de Chile acumula 28 títulos en el ITF World Tennis Tour.
Fernanda Brito en sinónimo de trofeos en los torneos Futuros de la rama femenina. Basta con revisar las dos últimas semanas activas de la chilena para darse cuenta que su tenis le exige un nivel de exigencia mayor al de los certámenes en los que compite -y gana- habitualmente.
Sin ir más lejos, el pasado fin de semana reclamó la doble corona en Bucaramanga tras imponerse en las finales de dobles –junto a María Paulina Pérez– y sencillos –ante Carla Lucero-. Y una semana atrás hizo exactamente lo mismo en el ITF que se disputó en Guayaquil, también con la barranquillera como su compañera de fórmula.
«Aproveché para jugar estos torneos porque estaban cerca de Chile y conseguí apoyo para comprar los pasajes. Se me hace difícil jugar torneos de 60 mil y 125 mil dólares -similar a la categoría Challeger en hombres- por cuestiones económicas, pero necesito asentarme en ese nivel«, comentó la jugadora de 27 años que a pesar de sus buenos resultados en torneos menores se ha puesto un ultimátum.
«Es difícil tomar la decisión de hacer la inversión para jugar esos torneos, porque mi ranking no alcanza para ser siembra y generalmente debo enfrentarme con las jugadoras más fuertes en las primeras rondas. No es rentable», explica.
En las últimas tres temporadas, Brito ha tenido que parar entre tres y cuatro meses por diferentes lesiones -especialmente en la espalda- que la han relegado en el escalafón mundial. Sin embargo, sabe que necesita dar el salto de calidad o de lo contrario colgará la raqueta. «Para mí es una obligación consolidarme en el siguiente nivel. Voy a trabajar para conseguirlo este año, pero si no es posible daré un paso al costado«, asegura.
Pero si en más de diez años de carrera no ha tenido la oportunidad de competir en las grandes citas del circuito mundial femenino, ¿qué la mantiene luchando? «He jugado al tenis toda mi vida. Mi familia está ligada al tenis, así que estoy muy arraigada a este deporte. Disfruto de estar en la cancha, disfruto los viajes y los momentos definitivos de los partidos. Nada en el mundo te da esas sensaciones», confiesa la oriunda de Santiago de Chile, que sueña con disputar un Grand Slam.
Más cerca de los 30 años que de las épocas en que pegaba sus primeras derechas, Fernanda se ilusiona con colarse entre las 150 mejores jugadoras del planeta para tener mayores posibilidades de medirse ante rivales top. «Siendo realista, creo que esa sería una meta alcanzable en este punto de mi carrera (…) Pero si no se da, me siento contenta y agradecida de haber conocido personas y lugares muy especiales».
Por último, la chilena se aleja de aquellos que critican el nuevo ITF World Tennis Tour. «He escuchado muchas quejas en los torneos a los que voy, pero realmente no sé qué tan malo ha sido. Quiero decir, el tenis es igualmente difícil sin importar el formato; hay que hacer muchos sacrificios y el que hace las cosas bien va a llegar arriba».
Redacción Match Tenis
