En la 44° edición de Punto de Quiebre, la antioqueña contó interesantes detalles sobre su manera de vivir y trabajar en torno al tenis.
Por estos días, Emiliana Arango atraviesa uno de los momentos más dulces de su carrera deportiva. Un momento que tiene enorme valor, no solo por lo conseguido el último fin de semana en el W25 de Medellín ante su gente, sino también por la muestra de tenacidad y resiliencia que dio ante el planeta tenis.
La antioqueña estuvo como invitada especial en el regreso de Punto de Quiebre y entregó interesantes detalles sobre las situaciones que atravesó como consecuencia de la lesión de cadera que empezó a afectarla en 2018.
«Fue un tiempo muy difícil para mí. Cuando me operé viví una situación extraña, porque cuando a mi me comenzó a doler la cadera fue en la Copa Colsanitas, justo en el año que conseguí mi mejor resultado«, relató, en referencia a los cuartos de final que alcanzó en 2018.
«Tuve mucha suerte con la recuperación, pero cuando empecé a jugar sufrí mucho problemas físicos. Me lesioné en varias zonas de la pierna y fue muy difícil para mi, porque no me sentía bien físicamente y sentía que no podría competir al 100%. El ranking empezó a caer, jugadoras a las que antes les ganaba les empezó a ir mejor… La confianza se me fue a cero, empecé a dudar mucho, pero aprendí a aceptar muchísimas cosas que sin la lesión no hubiese aprendido».
Y agregó: «Aprendí a que debía mejorar la actitud, que ponerme tan brava no servía para nada. Gracias a la lesión maduré mucho más de lo que habría madurado sin ella. No habría tenido que mejorar tan de repente las cosas que tuve que cambiar. Me ha hecho mejor persona y mejor jugadora».
Revive la entrevista completa con la colombiana:
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/1122365846247096320/gFoXr9nB_400x400.jpg»] Marcelo Becerra Concha (@Marcelob11) Disfruto conociendo el mundo del deporte desde adentro. Bogotá.[/author]
