La respuesta para mí es: depende del nivel en que esté el jugador y está directamente relacionado con las metas de cada edad.
Para un jugador profesional la meta más importante es ganar, independientemente de si se juega bien o mal. De ahí, una frase que usan muchos ‘profesionales’: «hoy ganemos, mañana juguemos bien».
Para los profesionales es de gran valor ganar cuando se juega mal, porque a pesar de «no haberse sentido bien» -término que se usa mucho en el tenis-, sacaron el partido adelante. Eso les da confianza y fortaleza mental.
¿Qué es lo ideal? Jugar bien y ganar; pero también sucede mucho que se juega bien y se pierde.
Los jugadores profesionales tienen la capacidad de corregir y mejorar de un día para otro. En los torneos pueden tener una primera ronda sufrida, ganaron jugando mal y el resto del torneo jugarlo muy bien.
Un ejemplo reciente, fue el triunfo de Djokovic en la primera ronda de Indian Wells. Jugó mal, incluso, perdió el primer set. Se notaba que estaba incómodo, pero sacó el partido adelante y ganó. Partido a partido fue recuperando confianza y nivel, y superó los demás partidos en dos sets. Se ganó el torneo.
Con los jugadores ‘juniors’, que están empezando a competir, las metas son diferentes. Lo más importante son los objetivos de rendimiento (explicados en la anterior publicación, consideraciones para ser un jugador de alto rendimiento) por encima de los objetivos de resultados. Es tratar de jugar bien; es seguir ese proceso de aprendizaje en el cual se está trabajando.
En la mayoría de los casos se aprende más de las derrotas que de los triunfos. Porque con las derrotas se hace una evaluación minuciosa de los errores que se cometieron. Por eso la famosa frase de Maturana: «Perder es ganar un poco» -a pesar de las críticas que aún suscita y el manejo jocoso que muchas veces le damos- realmente no es una disculpa para justificar un resultado. Se aprende, se corrige y se pone en práctica. En otras palabras, se gana en rendimiento.
En cambio con los triunfos, muchas veces no se hace la misma evaluación porque con la euforia del triunfo los errores pierden importancia. Sin embargo, al preparar el siguiente partido es importante corregir los errores que se vieron en el anterior.
Niños que a los 12 o 14 años son campeones, pero juegan a punta de globos y ‘machete’, o están técnicamente mal fundamentados; es casi seguro que a los 16 o 18 años no vayan a ser los mejores de su categoría. En este rango de edad prevalece la buena fundamentación técnica, fuerza física y mental, donde está la base para «saltar» al profesionalismo.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/643225394565484544/_psHlZi3.jpg» ]Felipe Berón, Twitter @pipeberon: Psicologo de la Universidad Javeriana de Cali y entrenador de tenis de alto rendimiento, con una experiencia de más de 20 años en la élite del deporte blanco. En su palmarés está el haber sido capitán del equipo colombiano de Fed Cup, Copa Davis; además eentrenador del equipo Colsanitas y de Santiago Giraldo.[/author]