Inicio ATP EXIGIRSE EN INDIAN WELLS

EXIGIRSE EN INDIAN WELLS

por Andrés Peraza
250 vistas

Andy Murray y Kei Nishikori se exigieron para poder estar en los octavos de final del Masters de Indian Wells. Ambos tuvieron que pisar el tercer set para obtener el preciado boleto a la siguiente instancia.

kei

Billie Weiss/BNP Paribas Open

La humedad no es un problema pero el sofocante calor de California hace que cualquier partido, por muy sencillo que parezca, pueda convertirse en la sauna perfecta para terminar con el sudor entre las mejillas. Es el sol inclemente de la transición del invierno a la primavera que vive el país del norte y que se hace sentir con más fiereza en un torneo, como Indian Wells, que se sitúa dentro del árido Valle de Coachella y donde el clima nunca baja más allá de los 20 grados centígrados. Allí, dos tanques de guerra tienen que tomar la toalla una y otra vez porque el cansancio se apodera del cuerpo y los minutos parecen horas al estar en el caliente cemento del primer Masters 1000 del año.

Andy Murray es uno de ellos y ante Philipp Kohlschreiber parece que va a tener un día sin complicaciones. Su juego dictado por la precisión de la derecha y la furia de su revés desde la línea de fondo enloquecen al alemán que no sabe cómo acabar, o por lo menos contrarrestar, al cuatro del mundo en una batalla que parece de uno solo. Cediendo apenas un game, el de Dunblance hace suponer lo peor para su rival pero acostumbrado a sufrir más de un vaivén en su carrera, el exnúmero dos del mundo deja vivo al de Augsburg, quien en el segundo set se encarama en la pizarra como gato huyendo al agua. Es la cruel realidad de un partido que no aceptaba alargues, estar más de lo debido en pista puede cobrarte en las instancias más decisivas, donde los rivales son de muchos más quilates. Murray luego firma un set casi sencillo y el 6-1, 3-6, 6-1 que lo pone con 495 victorias en su carrera y con pie en los octavos de final.

Su camino allí también tiene tintes de facilidad. Es Adrian Mannarino, el francés incógnito que ha sido capaz de vulnerar a Ernests Gulbis, uno de los que en Indian Wells cortó una racha negativa, pero que volvió a la realidad el lunes mostrando nuevamente lo volátil e inestable que es en una temporada donde la derecha es el examen que no ha podido aprobar. El galo lo sacó con un cómodo 6-4, 6-4 para estar por primera vez en la cuarta ronda de un Masters 1000 y saber lo que es enfrentar por primera vez a Andy, un gladiador inglés que busca ganar por primera vez en California.

En otro punto, Kei Nishikori se somete a una prueba de fuego, una combustión similar a la que se siente en el ambiente. Indian Wells quema y el japonés lo sabe; su delirio pasa por salir rápidamente de las garras de Fernando Verdasco, quien ha entablado una conversación de tú a tú y con la intención de dar un gran golpe, como aquellos que supo ejecutar en su mejor momento. El español tomó un primer set que encaró con tesón y un poco de corazón, pero luego se fue cayendo ante la intensidad que es capaz de proponer el nipón en pista rápida. Nishikori encuentra su juego, su derecha parece un parabrisas y empieza a desgastar las piernas de Verdasco, que ya no están hechas del mismo acero que una vez Melbourne supo conocer. Agotado, luchando con las uñas y sin el frenesí del amanecer, se ve superado por el de Shimane, que mira la victoria como un oasis de agua pura luego de la guerra que vivió en la cancha número dos.

El cinco del mundo espera por el desenlace del encuentro de Pablo Cuevas y Feliciano López en la noche californiana, que deparará quién será su siguiente objetivo en el andar que tiene en búsqueda de su primer evento Masters 1000. Una zona donde también está David Ferrer, los aussies Bernard Tomic y Thanasi Kokkinakis y el argentino Juan Mónaco, estos dos últimos que se dieron palos hasta que el sol se fue escondiendo en Coachella. El teenager de Adelaida fue un intrépido golpeador desde el primer suspiro, dejó sin reacción al argentino que se sintió pegado a la lona y con el puño a centímetros de la frente. Pero Mónaco acusó su recuperación a punta de golpes endemoniados que intentaban competir con la misma intensidad que las derechas de Kokkinakis y se dio el gusto de ejecutar esta pincelada que lo ayudó a ganar el segundo parcial. Luego, mareos, nerviosismo, challengers desperdiciados y un match point que no pudo ser para el australiano. El final se dio en el tiebreak donde la promesa del futuro se revolcó en el cemento luego de una pelota en la red de Mónaco. Thanasi empleó corazón, emanó sudor por todos los poros, ganó 6-2, 5-7, 7-6 y es el primer tenista del 96′ en estar en octavos de un M-1000. Ahora va por su compatriota Bernard Tomic, encargado de dejar en el camino a David Ferrer, sin tanto desgaste, por un claro 7-5, 6-4. Australia tiene futuro.

Ganar en Indian Wells significa un esfuerzo doble. Es exigirse ante el Astro Rey para imponerse en el ‘quinto Grand Slam del año’.

[author image=”https://pbs.twimg.com/profile_images/473258143418314752/wPCdGPjm_normal.jpeg” ]Fabián Valeth Orozco @FabianV_: Redactor en jefe de Match Tenis. Director y productor de medios de comunicación. Amante del tenis y del periodismo deportivo enfocado hacia este deporte.[/author]

También te puede gustar

Deja un comentario

* Al utilizar este formulario usted acepta el almacenamiento y tratamiento de sus datos por parte de este sitio web.