El actual dos del mundo del ranking masculino, estrella de la historia del deporte blanco, no solamente se echa dinero al bolsillo por las ganancias en su participación en torneos o por publicidad. Federer, además, invierte en cadenas de comida.
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Además de buen tenista es un excelso negociante. Casi $90.000.000 de dólares ganados en su carrera y otros millones más en contratos de publicidad lo hacen una de las personas más ricas del planeta. Tanto que se ha dado el lujo de tener una casa de dimensiones y lujos exorbitantes para él, su esposa y sus cuatro hijos. Pero por si fuera poco, Federer invierte su dinero en el fondo 3G para obtener ganancias mayores a las que posee actualmente; un pensamiento que no es sinónimo de avaricia, sino de negociante.
El máximo ganador de Grand Slam en la rama masculina es uno de los inversores del fondo private equity que es copropietario de Burger King, InBev (el fabricante de la cerveza más popular de Estados Unidos, Budweiser), Heinz (fabricante de salsa de tomate) y de Kraft (un gigante de la alimentación estadounidense), tal y como lo informa el diario El Mundo de España.
Uno de los fundadores de 3G y el máximo directivo, el brasilero Jorge Paulo Lemann, tiene varias coincidencias con Roger Federer. Una de ellas es que fue extenista profesional e incluso llegó a participar en Wimbledon. Lo otro, el pasaporte suizo por su padre helvético; tener esta nacionalidad hizo que se mudará a ese país luego de que sus hijas estuvieran a punto de ser secuestradas cuando salían del colegio en Brasil. Tal vez, lo único que los puede diferenciar es la fortuna de uno y otro: el brasilero posee 25.000 millones de dólares, según la última estimación de la revista Forbes.
El fondo 3G, llamado así por el número de sus fundadores y por la letra del banco donde se conocieron, el Banco Garantía, se gestiona desde Nueva York y apareció en las primeras planas por sus activas y crecientes negociaciones. La última, la compra de Kraft y su fusión con Heinz.
Queda claro, entonces, que Roger Federer sabe también de negocios, dónde meter su dinero y no solo de tenis. Con esta inversión, el tenista intenta asegurar que sus ingresos sigan creciendo después de que se retire del tenis, donde tampoco le va mal a la hora de facturar.
Redacción MATCH TENIS
