El nacido en Javea entregó detalles acerca del calendario que tiene en mente para la recta final de su carrera.
Bien podría ser su última imagen en un torneo de Grand Slam o también puede ser la oportunidad de dar el gran golpe de la primera jornada en Nueva York. David Ferrer, uno de los hombres más representativos de la última década para el tenis español, debutará en el US Open ante el mejor jugador que ha visto España en toda su historia. Sin importar lo que suceda, el último major de la temporada será también el último en la carrera de ‘Ferru’.
«En el fondo me puse contento. Me alegré. Va a ser mi último Grand Slam y para mí es un premio tener la oportunidad de jugar con Rafa Nadal en la pista central del US Open. Estoy feliz porque el tenis me ha dado este regalo», confesó el jugador de 36 en una charla con El Español.
Y es que después de arribar por primera vez a Flushing Meadows hace 15 años, el alicantino se despedirá de las grandes citas del circuito. Sin embargo, tiene planeado un calendario especial para decir adiós en algunos de los lugares más representativos de su carrera. «Pienso despedirme jugando la Hopman Cup, Auckland, Buenos Aires, Acapulco, Barcelona y Madrid», explicó, aunque todo depende de cómo se sienta al finalizar la actual temporada. «Necesito parar y descansar para saber si el año que viene quiero seguir o no. Será algo que me dirá el tiempo, agregó.
Desde su aparición en el circuito ATP, Ferrer levantó un total 27 títulos, obtuvo más de 700 victorias e hizo parte del podio mundial al ser N°3 del mundo. Pero los años pasan factura y su incansable espíritu competitivo ha comenzado a repercutir en el aspecto físico. «Cuando ves que tu cuerpo no reacciona igual y que no puedes recuperarte adecuadamente, lo notas; por ejemplo, te levantas por la mañana y tienes dolores insufribles, en mi caso, en el tendón de Aquiles», explicó. «A mí el tenis me encanta y no tengo ganas de dejarlo, pero el nivel al que puedo competir no me llena tanto como para hacer el esfuerzo de irme a jugar torneos menores», agregó.
En 2016, el ibérico comenzó a recibir apoyo psicológico para afrontar la última etapa de su vida deportiva. Por eso, a diferencia de otros colegas, no se siente agobiado por sentir el retiro respirándole en la nuca. «Mi vida va a cambiar, pero no me da miedo. Estoy ilusionado y motivado por poder formarme en otros aspectos. (…) Lo asumo como un reto, no como un miedo a no saber qué hacer»
A pesar de las 25 finales en las que quedó a un paso de la gloria o de los inconvenientes que atravesó, ‘Ferru’ se siente satisfecho. «Estoy orgulloso por el buen jugador que he sido. He intentado siempre mejorar y evolucionar, como tenista y como persona. (…) Lo que más orgullo me provoca es mi forma de haber sabido llevar el final. Y eso me ayudará durante el resto de mi vida», cerró el español.
Redacción Match Tenis
