El Miami Open tuvo su última cita en Crandon Park, escenario que albergó este certamen desde 1985, y que a partir de la edición de 2019 se disputará en el Estadio Hard Rock. Y la despedida no pudo ser mejor por parte de los dueños de casa, pues se quedaron con los títulos en sencillos, más el dobles masculino y en el dobles femenino, una de las campeonas es oriunda de los Estados Unidos.
La fiesta empezó al sábado con Sloane Stephens, quien superó por 7-6(1) y 6-1 a la letona Jelena Ostapenko en la final de damas, luego el turno fue para los hermanos Bob y Mike Bryan, campeones en dobles a expensas de los rusos Karen Khachanov y Andrey Rublev, a quienes superaron 4-6, 7-6(5) y 10-4. Los gemelos norteamericanos con esta victoria se ratificaron como la segunda mejor pareja del año y alcanzaron su título 115 y el quinto en este torneo.
El domingo el turno fue para John Isner, verdugo en la final del alemán Alexander Zverev 6-7(4), 6-4 y 6-4 tras dos horas y 29 minutos de juego, dando fin a una racha de ocho años en que un tenista estadounidense no levantaba la corona; el más reciente fue Andy Roddick en 2010. Por último, la cereza en la torta corrió por cuenta de Coco Vandeweghe, quien en compañía de la australiana Ashleigh Barty doblegaron a las checas Katerina Siniakova y Barbora Krejcikova 6-2 y 6-1.
Es de anotar que desde el 2004, una mujer y un hombre estadounidense no lograban triunfos en simultánea. En aquella oportunidad el turno fue para Serena Williams y Andy Roddick. De esta forma cayó el telón en Crandon Park, la casa por más de tres décadas del que es considerado por muchos como el quinto Grand Slam.
Redacción Match Tenis