En plena polémica por la ampliación a dos semanas de varios de los torneos Masters 1000, el presidente de la ATP, Andrea Gaudenzi, salió en defensa del controvertido formato y pide paciencia: “Hay que darle a este modelo cinco o diez años”, afirmó, confiado en que su consolidación generará un crecimiento exponencial en todos los indicadores del circuito.
Entre los argumentos que esgrime Gaudenzi, destaca que el nuevo formato permite mayor rentabilidad y espacio para inversiones. Según él, esa ventana de 12 días facilita que se destinen recursos históricos a mejoras en infraestructura, incluyendo proyectos millonarios en Roma, Madrid, Shanghái y Cincinnati.
Parte de la estrategia tras el cambio es fortalecer el bienestar financiero de los jugadores. Gaudenzi remarca el avance en la expansión de la pensión para profesionales —de 165 a 300 beneficiarios— y el doble incremento del prize money en torneos Challenger desde 2022, logros vinculados directamente al impulso de los grandes eventos Masters 1000.
Además, Gaudenzi subraya que no basta con alargar los Masters 1000: propone también extender la pretemporada para reducir el desgaste físico y mental de los jugadores. Pero advierte que cualquier cambio requiere consenso con Grand Slams, Copa Davis y promotores, bajo el paraguas del modelo «OneVision» para una gobernanza unificada del calendario.
Gaudenzi insiste en que los Masters 1000 son el pilar económico del circuito ATP. Actualmente hay 19 torneos que suman ranking, cifra que se reducirá a 18 la próxima temporada, manteniendo 8 eventos obligatorios. Según él, estas citas clave estructuran el año tenístico, proveen estabilidad y riqueza —tanto en premios como en bonos— que redistribuyen los beneficios a los jugadores.