Rumana y checa salieron victoriosas en sus partidos de semifinales y se verán las caras en la final del WTA Premier 5 de Dubái, uno de los mayores eventos en la primera etapa del calendario femenino.
Foto: Dubai Dutty Free
Tras las despedidas en fila que fueron dando las principales favoritas en Dubái, solamente dos top ten y dos más dentro de los top 25 se dieron el gusto de estar en la penúltima ronda del evento emiratí que entrega más de dos millones y medio de dólares en premios.
En el primer turno, sangre joven. Dos jugadoras que están dispuestas a ocupar las principales líneas en los medios especializados en el futuro próximo. Frente a frente la checa Karolina Pliskova (22 años, 18 del mundo), quien venía de dar la campanada ante Ana Ivanovic y Lucie Safarova, y la española Garbiñe Muguruza (21 años, 24 del mundo), dejando atrás a Jelena Jankovic, Agnieszka Radwanska y su compatriota Carla Suárez.
De topetazo un duelo con alta intensidad. La raqueta fue el arma que más sufrió entre los intercambios desorbitantes que entregaron una y otra. La checa expresó su ventaja de arranque, en un primer set donde apenas hubo una rotura y se fue del lado de la mayor de las Pliskova, que acusó el primer acto a su favor tras la contundencia al jugar sus primeros servicios, al capturar una oportunidad de quiebre de ¡la diez que tuvo! y salvar las dos que otorgó. Luego, una reñida pelea que transformaba el segundo parcial en oro sólido. Garbiñe fue adelante y, tras dejar pasar la oportunidad de ganar el set con la devolución en el 5-4, no fue sino un par de games más para completar la igualdad.
En el tercero, una lucha titánica. Esa misma que no tuvo dominadora en los primeros diez juegos pero allí, en el undécimo, la caraqueña torció el brazo y dejó que Karolina tomara la iniciativa y el testimonio de un partido casi liquidado. Sin embargo, sufrió al sacar pero con coraje logró revertir un 0-40 que luego se convertiría en un match point para lograr la más importante final en su carrera por 6-4, 5-7, 7-5.
La checa, que mira de reojo el top ten, empieza a demostrar que tiene cartones para estar en el lote de las mejores: sus cinco finales el pasado año y otra más que logró en Sídney en la actual temporada, demuestra que tiene talante para estar en la élite.
Para cobrar el trofeo en Medio Oriente, la nacida en Louny batallará ante la rumana Simona Halep, de amores y decepciones en la actual temporada. La de Constanza, ganadora en la primera semana del torneo de Shenzhen, ha tenido, desde allí, un paso casi impropio de su naturaleza de juego. Una caída en cuartos de Australia ante Ekaterina Makarova y su discreta presentación en la ronda inicial de Fed Cup con su país, dejaron al tanto que las cosas no iban bien con la cuatro del mundo. A pesar de eso, en Dubái encontró el jarabe para encandilarse y acceder por primera vez a la definición de este evento.
Sin embargo, alcanzar el partido final no fue nada fácil para Simona, que tuvo que ir apagando la llama de una elevada Caroline Wozniacki que se fue diluyendo como el azúcar. La danesa fue una fiera en el primer set y luego se transformó en un inofensivo felino que apenas pudo hacer frente a la jugadora que supo llegar a la final de la Copa de Maestros a fin de temporada pasada.
Halep se llevó el triunfo por 2-6, 6-1, 6-1 y estampó su rubrica en el libreto de la final, que coronará este sábado a la más elevada de Emiratos Árabes Unidos. Será la primera vez que ambas se vean frente a frente en una pista y qué forma tan especial de medir fuerzas, en la final de uno de los torneos más importantes del calendario femenino.
[author image=”https://pbs.twimg.com/profile_images/473258143418314752/wPCdGPjm_normal.jpeg” ]Fabián Valeth Orozco @FabianV_: Redactor en jefe de Match Tenis. Director y productor de medios de comunicación. Amante del tenis y del periodismo deportivo enfocado hacia este deporte.[/author]
