La madre del joven tenista colombiano destaca el compromiso y la personalidad de su hijo, pensando en los retos que afrontará a partir del próximo año en el circuito profesional.
El 11 de febrero del año 2.000 llegó al mundo Nicolás Mejía, el que hoy es considerado como el futuro del tenis colombiano. Y la encargada de darle vida fue Helena Tenorio, su madre, pero también su amiga, confidente y consejera. En diálogo con Match Tenis, la caleña mostró un alto grado de felicidad por lo que ha hecho hasta el momento el segundo de sus tres hijos.
“Estoy muy orgullosa y feliz de tener un hijo que ha trabajado con esmero y dedicación, y lo más importante, que lo entrega todo al momento de representar a su país”, expresó. “Mis suegros le inculcaron a Gustavo Adolfo el amor por el deporte, y nosotros hicimos lo propio con nuestros hijos. Allí nació la fiebre, no para verlo y disfrutarlo, sino de practicarlo”, complementó la señora Helena, quien reconoció que también disfrutan de deportes como el baloncesto y el voleibol.
Indagada sobre sus expectativas para el próximo año con el paso de Nicolás al profesionalismo, sostuvo: “Viene trabajando diferente con relación a los demás tenistas de su edad en Colombia. Desde los 12 años se radicó en Estados Unidos y eso ha sido vital para su crecimiento como deportista, porque tiene la posibilidad de entrenar día a día con los mejores del mundo en su categoría. Haber tomado la decisión de irse fue crucial, de lo contrario, no sería lo que es, porque lamentablemente acá muchos pierden el foco”.
En abril de 2017, la familia Mejía Tenorio sufrió un duro golpe; Gustavo Adolfo, padre de Nicolás, falleció y con ello dejó un profundo vacío; sin embargo, lejos de derrumbarse, el medallista olímpico juvenil encontró en este difícil suceso el trampolín para aferrarse al tenis y construir una carrera profesional ligada al deporte. “La muerte de su papá lo empujó a la vida. Comprendió que debía seguir para adelante. Se dio cuenta que juega al tenis porque él lo ama, más no porque a su papá le gustara que lo hiciera; fue el motor para comprender lo que realmente quería. Yo siento que en cada partido que veo, sea en la tribuna o por televisión, él se sienta a mi lado para apoyarlo”, expresó doña Helena, invadida por la nostalgia.
Tras lo ocurrido, Nicolás encontró en Juan Felipe Mateus, su entrenador y cuñado, un apoyo incondicional en el ámbito deportivo, y claro, en la vida. “Él ha ayudado mucho a ‘Nico’. Luego de que Gustavo Adolfo nos dejara, se ha convertido en un sostén muy grande. Ellos -Gabriela, Nicolás y Juan- han creado un vínculo familiar muy fuerte y en estos momentos los resultados son visibles”.
La señora Tenorio aprovechó el espacio para despejar una gran duda que embarga a los aficionados de tenis en Colombia, y a los medios de comunicación en general, pues algunos señalan que su hijo es bogotano y lo consideran caleño. “Nico nació en Bogotá, pero él se considera vallecaucano, porque en sus primero años como jugador los vivió en las canchas del Club de Tenis de Cali. Además, la Liga del Valle está pendiente de él y lo considera como un vallecaucano más”.
Trata de hablar con Nicolás todos los días; sin embargo, es él quien la llama cuando está en competencia, ya que su padre le enseñó que siempre, independientemente la situación, es importante comunicarse con su mamá. Por el momento, Helena Tenorio continuará siendo la fanática número uno de Nicolás, y cada vez que tenga la posibilidad de verlo en acción, ondeará con fuerza la bandera tricolor como señal de ánimo y apoyo hacía él, siempre acompañada por su esposo Gustavo Adolfo Mejía.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/532902040893022209/gonhrGnQ.jpeg» ]Francisco Vargas: Twitter @VargasPacho. Periodista especializado en tenis con una experiencia de 8 años en los diferentes circuitos de la ATP y WTA. Voice Over en eventos internaciones. [/author]