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Historias de Madrid: la pierna que le robó una final a Jiri Novak

por Fabian Valeth
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Jiri Novak encadenaba dos semanas de altísimo nivel, pero su pierna le impidió alcanzar la corona en Madrid.

Era el final de temporada de 2002 y Jiri Novak parecía inspirado. Durante el año no había llegado a final alguna en el circuito, pero encadenaba números que demostraban que llevaba buenas sensaciones en el brazo. Cinco semifinales, una de ellas en el Abierto de Australia; más de 40 victorias en el año y seis de ellas ante rivales top 10, incluidas dos ante Lleyton Hewitt quien fungía como número uno del mundo.

El tenista checo arribó al tramo final del 2002, donde se encuentran el cemento y los campos techados, con la ilusión de hacer una buena performance y lo consiguió. Se inspiró en el torneo de Viena y alcanzó su primera final en más de un año, pero se vio superado en cuatro sets por Roger Federer, quien en ese momento conquistaba el cuarto de los 103 trofeos que hoy tiene en su palmarés.

Pero lejos de pensar en bajar los brazos, Novak llegó a Madrid ofreciendo la sensación de continuar con su progreso. Era el estreno del torneo español como Masters 1000 en reemplazo de Stuttgart y empezó a tumbar jugadores locales: Tommy Robredo y Carlos Moyá cedieron ante su explosiva derecha, que en condiciones rápidas tomaba mayor peligro, aunque para Novak la confianza la sentía con mayor precisión en el polvo de ladrillo.

En cuartos de final, una remontada ante el tailandés Paradorn Srichaphan lo ponía más cerca de su primera final en eventos Masters 1000, que terminó consolidando con la victoria sin atenuantes ante el francés Fabrice Santoro por 6-2, 6-4.

Solo le quedaba un último obstáculo, y el más importante de todos ellos, antes de intentar alzarse con su quinto título: André Agassi. Sin embargo, la ilusión de disputar la que terminaría siendo la única final a nivel Masters en su carrera se vio apagada cuando tuvo que decirle «no» por una rotura fibrilar en el isquiotibial de su pierna derecha. Un baldado de agua fría no solo para el checo, sino para la organización que tuvo que buscar la forma de llenar el hueco con un partido de exhibición entre Moyá y Clavet.

Novak terminó regresando al circuito dos semanas después en París y el Torneo de Maestros (en la que fue su única clasificación, confirmando el gran 2002 que tuvo), pero los resultados no estuvieron de su lado: solo una victoria en cinco partidos cerraron aquella temporada que, seguramente, el checo siempre recordará.

Redacción Match Tenis

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