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Redacción por: Jerónimo Díaz
Italia conquistó una nueva Copa Davis en casa tras una jornada cargada de emoción y tensión. El equipo dirigido por Filippo Volandri celebró un título que el capitán definió como “completamente diferente” a los anteriores, destacando que lograrlo frente al público italiano lo llevó incluso a derramar lágrimas: “Lloré con esta porque significa muchísimo para mí”, confesó tras la victoria.
El punto decisivo llegó gracias a Flavio Cobolli, protagonista de una remontada épica después de estar prácticamente dos sets por detrás. El joven admitió que la presión lo golpeó desde el inicio: “Estaba nervioso, esta copa significa mucho. Me apoyé en el equipo y en el público”. Su reacción en los momentos clave permitió cerrar la serie y desatar la euforia en Bolonia. La rueda de prensa incluso dejó un momento distendido cuando Volandri aseguró que era “el mejor día de su vida”, a lo que Cobolli replicó entre risas que también lo era para él.
Matteo Berrettini, ganador del primer punto italiano, vivió la definición con más nervios que nadie. Tras su partido, tuvo que cumplir con el control antidopaje y se perdió todo el primer set del duelo de Cobolli. “Pensé que iba a perder solo 20 minutos, pero esos 20 fueron todo el primer set”, explicó. Incluso recibió un mensaje urgente de Lorenzo Musetti pidiéndole que volviera rápido al banco. Ya junto al resto del grupo, Berrettini destacó la gran fortaleza del equipo: “Nuestra arma es la unión. Jugamos siempre como cinco, y seis con el capitán”.
Volandri, por su parte, evitó hablar de ausencias como la de Jannik Sinner y prefirió enfocarse en quienes sí estuvieron: “No quiero hablar de quién no está. Solo de quién está. Estos chicos hicieron algo increíble”. El capitán también subrayó que vivir el triunfo como líder es totalmente distinto a hacerlo como jugador, pues ahora debe pensar primero en sus tenistas y en todo el país.
Cobolli cerró la jornada resumiendo el espíritu que caracterizó a Italia durante toda la semana: “Jugué por el equipo. Cada punto lo pensé por ellos. Esa fue la clave”. Con esa mentalidad, Italia volvió a lo más alto de la Copa Davis, impulsada por la unión del grupo y el aliento de su gente en casa.
