Jannik Sinner ha querido romper el silencio tras las críticas recibidas por su decisión de no disputar la Copa Davis este año. El número uno italiano defendió su compromiso con su país y aclaró que su ausencia no tiene nada que ver con falta de patriotismo. Y es que le preguntaron si recibiría menos críticas si hubiera nacido 50 kilómetros más al sur: “Me siento orgulloso de ser italiano y me hace feliz haber nacido en este país y no en Austria, o en cualquier otro. Lo digo con total sinceridad; este país merece aún más de lo que estoy haciendo”, expresó con firmeza.
El campeón de la pasada edición de la Copa Davis explicó que su decisión fue meditada y coherente con los esfuerzos realizados en temporadas anteriores. “Marqué como prioridad los años anteriores ganar la Davis. En 2023, prometí a Berrettini, que no pudo jugar en 2022, que la siguiente edición la ganaríamos juntos. No competí en París para llegar más fresco a la Copa Davis y logramos el objetivo. En el momento en que levantamos el título, supe que este año no jugaría”, reconoció el jugador de 24 años.
Sinner también aprovechó para enviar un mensaje de unidad al país, subrayando su amor por la diversidad regional italiana. “Tenemos infraestructura tenística, entrenadores de calidad, grandes jugadores y una mentalidad competitiva muy fuerte. Es curioso ver cómo la gente resta ‘italianismo’ a Sicilia o el Trentino, pero tenemos suerte de contar con regiones con su propia identidad. Debemos mantenernos unidos, apreciarnos y sentirnos orgullosos de formar parte de un proyecto común como es Italia”, añadió.
El tenista de San Candido concluyó dejando entrever que su descanso en la Davis responde a una planificación profesional más amplia. Tras un calendario cargado y con el objetivo de mantenerse entre la élite del circuito, Sinner parece enfocado en preservar su físico y preparar con garantías los grandes retos de 2026, sin dejar de lado su compromiso con la bandera italiana.
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