Juan Sebastián Cabal y Robert Farah son los tenistas que han puesto a Colombia a figurar en los últimos años en el Circuito ATP Wolrd Tour, sus diez títulos en la modalidad de dobles han hecho que sean una de las parejas más respetadas a nivel mundial, sin embargo, detrás de ellos hay un hombre que es el encargado de explotarlos al máximo para llevarlos al más alto nivel, se trata del surafricano Jeff Coetzee.
“Ellos son un complemento. Ambos se sienten bien dentro y fuera de la cancha, solo necesitan seguir confiando, creciendo y alcanzando las metas”, expresó a Red + Noticias el surafricano. “Creo que una vez lleguen a su máximo y sigan trabajando sobre lo que hay pendiente, ese día hay muchas posibilidades de conseguir lo que hasta el momento ha sido imposible”, complementó el nacido en Okiep el 25 de abril de 1977.
Jeff tiene claras sus metas a corto y largo plazo, “Terminar este año dentro del top 15 y posteriormente convertirlos en la mejor pareja del mundo”. Cuestionado sobre cómo nació la relación con los hombres de Colsanitas, dijo: “quien me contactó fue Robert (Farah) y tengo que decir que no tenía ni idea quienes eran. Una vez arreglamos trabajamos en algunos aspectos específicos que nos sirvieron muchísimo”.
Coetzee fue un tenista especializado en dobles, ganó seis títulos y fue finalista en diez más, no obstante, un accidente de tránsito hizo que su carrera diera un giro de 180 grados. “Pudo haber sido mejor, pero en 2003, luego de haber sido semifinalista del Abierto de Australia, un accidente de tránsito casi me cuesta la vida. Regresar fue muy difícil porque fueron varios años de entrenamientos para volver a tomar el ritmo con el que venía. Pero daría todo por haber prolongado mi carrera deportiva”. En aquel accidente viajaba con su hermana y sus dos sobrinos, uno de ellos perdió la vida y el restante y su hermana salieron ilesos.
El surafricano compara a Cabal y Farah con los argentinos Sebastián Prieto y Mariano Hood, tenistas con los que compitió en su época. Prieto fue 22 del mundo en 2006 y ganó diez títulos, mientras que Hood fue 20 del mundo y sumó trece títulos como doblista.
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