En un gesto que trasciende las canchas de tenis, Marta Kostyuk y Daria Kasatkina protagonizaron un emotivo momento durante el WTA 1000 de Roma. Tras años de tensiones derivadas de la invasión rusa a Ucrania, Kostyuk, conocida por su firme postura de no estrechar la mano de jugadoras rusas o bielorrusas, hizo una excepción con Kasatkina, quien recientemente cambió su nacionalidad deportiva a australiana y ha sido una crítica abierta del conflicto bélico.
El encuentro, que culminó con la victoria de Kostyuk por 6-4 y 6-2, fue el primero entre ambas desde que Kasatkina oficializó su cambio de nacionalidad. Al finalizar el partido, ambas se dirigieron al centro de la pista y, con un gesto de respeto mutuo, se estrecharon la mano, marcando un momento significativo en el contexto del deporte y la política internacional.
Kostyuk compartió su reflexión sobre la situación, destacando la valentía de Kasatkina al renunciar a su ciudadanía deportiva rusa y posicionarse en contra de la guerra. «Cuando alguien no solo dice la verdad, sino que también actúa en consecuencia, eso merece respeto», expresó la tenista ucraniana, subrayando la importancia de reconocer acciones que promuevan la paz y la justicia.
Por su parte, Kasatkina ha enfrentado desafíos personales debido a su orientación sexual y su postura política. La represión hacia la comunidad LGTB en Rusia y su crítica abierta al Gobierno la llevaron a cambiar su nacionalidad deportiva, buscando un entorno más seguro y libre para vivir y competir. «Siendo abiertamente homosexual, no me quedaban muchas otras opciones», declaró en una entrevista reciente, destacando la difícil decisión que tuvo que tomar para preservar su bienestar y principios.
