La número dos del tenis femenino, Iga Swiatek, ha levantado la voz sobre una realidad que muchos atletas de élite enfrentan fuera de las canchas: la invasión a su privacidad. La jugadora polaca ha compartido su creciente incomodidad por la presión mediática que vive en su propio país, asegurando que le resulta prácticamente imposible llevar una vida normal cuando regresa a casa.
Swiatek explicó que su rutina en Polonia se ha visto drásticamente limitada por el constante acecho de los medios y paparazzis. «Cuando estoy en casa, apenas salgo. Solo me muevo para visitar a algunos amigos y siempre dentro de espacios privados», señaló en el medio tennis.com.
Uno de los episodios más incómodos ocurrió recientemente, tras su participación en el torneo de Miami. Al regresar a su residencia, Swiatek fue seguida por fotógrafos hasta la entrada de su hogar. «Tuve que detenerlos y explicarles que al día siguiente iría a entrenar y podrían tomar fotos allí. Comprendo que están haciendo su trabajo, pero tiene que haber límites», expresó.
La tenista polaca ha enfatizado que acepta ser fotografiada en entornos profesionales como los torneos, pero pide respeto por su tiempo libre. Su reflexión pone en la mesa el delicado equilibrio entre la vida pública y la necesidad de espacios personales, algo que muchas figuras públicas encuentran cada vez más difícil de mantener.