La canadiense viene de una familia multicultural, inició en el fútbol y ahora jugará la final del US Open de tenis.
El nombre de Leylah Fernández puede ser desconocido para muchos y más al verla en la final del US Open 2021, sin embargo, para los que siguen el tenis juvenil es un prospecto que ha crecido, empezado a madurar y a demostrar que tiene el potencial para ser de las mejores del mundo.
Leylah nació en Canadá, exactamente en Montreal, pero viene de padres que tienen raíces de otros países: su papá, Jorge Fernández, es ecuatoriano; mientras que su mamá, Irene Exevea, tiene descendencia filipina.
Desde pequeña, Leylah empezó a inclinarse por los deportes, pero no fue el tenis su primera elección. Estuvo en fútbol, atletismo y voleibol antes de tomar la raqueta de forma definitiva. Y cuando empezó a meterse de lleno llegó un momento cumbre: fue desamparada en un programa de desarrollo de la ciudad de Quebec y Tennis Canadá.
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Allí su padre, en vez de ver un momento de dificultad, vio la oportunidad de explorar en un terreno desconocido, pero que al final de cuentas le terminaría dando réditos: ser el entrenador de su hija.
Jorge Fernández había jugado fútbol, pero empezó a estudiar sobre el nuevo deporte que era casi incógnito para él, a prepararse y a llevar a su hija a que siguiera en el tenis de forma recreativa. Sin embargo, el destino le tenía preparado que fuera más que amateur.
Los buenos resultados empezaron a llegar desde muy temprana edad. Como juvenil, en el circuito ITF, fue número uno del mundo, se llevó el título de Roland Garros Junior en 2019, ganó un Grado A en Porto Alegre, Brasil, y un Grado 1 en Bélgica. Y en el profesionalismo también descrestó desde los inicios, tanto que este año consiguió su primer trofeo en el torneo de Monterrey y un año atrás ya había llegado a la final en Acapulco.
Este sábado será la oportunidad para que Leylah siga demostrando que está hecha para grandes cosas. Jugará su primera final en un Grand Slam en el US Open y un triunfo no solo la convertiría en la segunda canadiense con un trofeo de esta categoría, sino también ingresar a las mejores 20 del mundo. Una historia que demuestra que con trabajo duro los sueños se pueden cumplir.
Redacción Match Tenis