Buenos Aires será testigo de una batalla entre amigos. Rafael Nadal y Juan Mónaco se medirán por séptima vez en el circuito profesional, tras ganar sus respectivos partidos de semifinales, y por primera vez lo harán en una final. Este domingo, por unas horas, la amistad quedará de lado.
Para nadie es un secreto que en una actividad competitiva, ya sea trabajo o deporte, es muy complicado tener amigos. No obstante, el español y el argentino, 15 años después de conocerse, pueden decir lo contrario. Ellos sí son amigos.
«Es una gran amigo, lo conozco hace un montón de tiempo. Compartimos un montón de cosas fuera de la cancha y dentro también. Entrenamos casi siempre juntos. He ido a su casa montones de veces, entreno en Mallorca a menudo y en realidad es un gran amigo», afirma el tandinlense a Bat Tennis antes del partido decisivo de la edición 15 del Argentina Open.
La aventura comenzó cuando el tandilense viajó a entrenarse en Barcelona en la academia Sánchez-Casal. Allí conoció a un chico que tiempo después se convertiría en uno de los mejores tenistas de la historia. «Él vivía en Mallorca y yo en Barcelona. Durante los primeros torneos, en los Satélites (actualmente Futures), competíamos juntos. Después, en contra por equipo: yo representaba a mi club y él al suyo. Ahí nos enfrentamos varias veces y le gané. Por más que él te diga que no, le gané», expresó Mónaco esta semana a la prensa del torneo.
A estos dos gladiadores del tenis los une gustos en común. El fútbol y el Play Station, una combinación que hizo prácticamente inseparable esta amistad. En el deporte del balón, el mallorquín, fiel seguidor de la Selección Española y el Real Madrid, en alguna ocasión posó con la camiseta de Estudiantes de la Plata, el equipo de los amores su mejor amigo del circuito. En tanto en los videojuegos, sus apuestas picantes han quedado evidenciadas en diferentes videos que han salido a la luz pública por medio de las redes sociales.
El sábado en la tarde al acceder a la final, Rafael Nadal mostró su alegría por jugar ante Mónaco. «Me alegra mucho jugar con ‘Pico’ quien venía de un tiempo de problemas de lesiones y como un amigo lo único que quiero es que le vaya lo mejor posible».
Hace 10 años ya eran amigos. Mónaco ganaba su primer partido en Buenos Aires y Nadal apenas daba pinceladas hacia el estrellato. Hoy, una década más tarde, jugaron dobles (ganaron Doha e hicieron semifinales en Buenos Aires) pero el destino quiso que se cruzaran por primera vez en una final de lados distintos de la cancha. Por pocas horas una gran amistad estará separada por una red.
Redacción MATCH TENIS