El deporte blanco se caracteriza, entre otras cosas, por la independencia que tienen los jugadores para desenvolverse en un partido y resolver las situaciones de juego por su propia cuenta. A pesar de las excepciones que existen -como el acompañamiento del coach en la rama femenina o las conversaciones entre el jugador y el entrenador a través de una diadema en las Nextgen Finals– son escasas las herramientas que le permiten a los protagonistas encontrar por su propia cuenta una solución a la vicisitudes que se presentan durante un partido.
Y entre esas pocas herramientas está la red, que aunque aparece de manera ocasional y fortuita, en ocasiones puede ser determinante para inclinar el trámite de un partido, como ocurrió este fin de semana durante la final del Challenger de Dallas, donde el austriaco Jurij Rodionov fue testigo de la influencia negativa y positiva de este elemento de juego en un momento determinante de la final que protagonizó ante Denis Kudla.
La cuenta oficial del circuito Challenger recopiló la particular situación que vivieron Rodionov y Kudla:
When the net is your best friend and your worst enemy in a matter of minutes.
Sometimes you just have to hug it out. pic.twitter.com/YJ0aEKEIol
— ATP Challenger Tour (@ATPChallenger) February 9, 2020
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/1122365846247096320/gFoXr9nB_400x400.jpg» ]Marcelo Becerra Concha (@Marcelob11) Disfruto conociendo el mundo del deporte desde adentro. Bogotá.[/author]