En el momento que se realizó el sorteo del Australian Open 2017 algún intrépido periodista se le ocurrió escribir en Twitter «Serena y Venus se encontrarán en la final. Lol». Hoy 15 días después, es una realidad. Las hermanas Williams disputarán el encuentro decisivo del primer Grand Slam del año contra todos los pronósticos y revivirán una de las rivalidades más recordadas de la historia, esa misma que tiene tiene 28 capítulos y que inició justamente en este torneo en 1998.
«En mis manos estaba la posibilidad de forzar una final entre las Williams. Lo creas o no, sentí mucha presión y por eso me siento tan bien por conseguir esta victoria», expresó Serena, tras acabar con el sueño de Mirjana Lucic Baroni, en tan solo 50 minutos con parciales de 6-2 y 6-1. «Estoy para ganar el torneo y no tengo nada que probar. Solo voy a divertirme y hacer lo que mejor hago que es jugar al tenis», comentó la seis veces ganadora del torneo. «Me siento bien y he estado haciendo las cosas de gran manera durante estas semanas».
La hermana menor de las Williams, no vivirá un partido más, pues sabe que del otro lado estará su hermana Venus, que ha pasado por un calvario de enfermedades en la última década que la han alejado de los puestos de lucha por los grandes cetros del circuito. «Sé todo lo que ha pasado. Su enfermedad y varias cosas más. Viví el proceso junto a ella y se todo lo que pasó», recordó Serena. «Es la única vez que realmente no me importa lo que vaya a pasar. No puedo perder. No puede perder. Va a ser una situación increíble», imaginó la jugadora de 35 años, que están a tan solo una victoria de volver a ser número 1 del mundo y sumar su Grand Slam 23º, convirtiéndose en la jugadora con más títulos ‘majors’ en la Era Abierta.
En escena, Venus Williams, ganadora de siete torneos de Grand Slam pero que no celebra un título desde la lejana temporada 2008. «Esta victoria significa mucho para mi, sobre todo por que mi rival jugó muy bien», dijo Venus en rueda de prensa, minutos después de superar a Coco Vanderwegue (6-7, 6-2, 6-4). «Durante el encuentro nunca pude relajarme, por lo que llegar a la final tras ganar un partido como este me dejar muy emocionada». Recalcó.
La hermana mayor de la dinastía Williams, de esta manera aterrizó por segunda vez en la final del Abierto de Australia, recordando que en 2003 lo hizo y cayó ante su hermana y próxima rival. «Cuando juego con ella pienso que estoy enfrentando a la mejor tenista de todos los tiempos. No será un partido fácil. Tengo que controlarme y debo hacerlo con mi rival, es más difícil sí tiene en cuenta que es tu hermana y que ella juega increíble», finalizó Venus, que está a una victoria de cortar una racha de nueve años sin levantar un título ‘Major’.
Este sábado Serena y Venus Williams protagonizarán el capitulo 29 de una de las mayores rivalidades de la historia del tenis femenino con una ligera ventaja en el historia para la ‘pequeña’ de la familia (16 victorias ante por 11). Dos hermanas que nacieron para hacer historia, buscarán otro baño de gloria antes de acabar con sus laureadas carreras.
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Redacción Match Tenis