A sus 16 años, la pereirana ya acumula tres triunfos en torneos profesionales.
Visiblemente agotada tras haber protagonizado el choque más emocionante de la jornada en el ITF de Bogotá, Mariana Carvajal atendió al equipo de Match Tenis y expresó su alegría por haber certificado el paso a cuartos de final de un torneo profesional por primera vez en su corta carrera.
«Me siento satisfecha por haber demostrado que puedo salir de momentos complicados«, fueron las primeras palabras de una jugadora que se caracteriza por su persistencia cuando está dentro de la cancha. «A lo largo de mi carrera he aprendido que, a pesar de ir perdiendo o de tener la gente en contra, siempre debo demostrar mi verraquera, porque sé que eso me ayuda a fortalecerme en muchos aspectos».
Su entrega, su persistencia y su tenis la han instalado entre las ocho mejores del certamen capitalino que, por cierto, es apenas el segundo que disputa en el ámbito profesional. Su primera experiencia fue este mismo año, en la ciudad de Cúcuta, donde cayó en octavos de final ante María Camila Osorio, quien terminaría quedándose con el título.
Pero esa actitud inquebrantable dentro de la pista no es virtud de cualquiera y no se puede adquirir de la nada; es algo que viene desde las raíces. «Mi papá es amante de los deportes, por eso quiso inculcarnos, a mí y a mis dos hermanos mayores, la pasión que él siente por el tenis», relata Mariana, que desde pequeña tuvo la oportunidad de acompañar a sus hermanos, José Fernando y Juan José, mientras competían en el circuito nacional, y ahora aprovecha esas experiencias para escribir su propia historia en el tenis.
Aunque, gracias a esos dos ejemplos cercanos, también es consiente de las dificultades que surgen en cada una de las etapas de la vida. Y a los 16 años, el común denominador entre los adolescentes es que las influencias tengan más peso que las convicciones; sin embargo, el caso de la más pequeña en la familia Carvajal ha tomado el rumbo adecuado. «Eso es algo que le agradezco a mi papá, porque al estar metida en la cotidianidad del tenis me mantengo lejos de cosas negativas que podrían afectar mi vida. Además, el ambiente con mis compañeras y lo que siento cuando estoy compitiendo en los torneos es algo que disfruto mucho«, explica.
Pensando en el futuro, esta tenista oriunda del departamento de Risaralda sabe que estudiar en una universidad del exterior le abriría nuevos caminos, pero, por ahora, se encuentra enfocada en poner los peldaños para seguir creciendo como deportista y, por qué no, disputar los grandes torneos del circuito WTA como lo ha hecho la jugadora a la que admira desde que cogió su primera raqueta: María Sharapova.
Redacción Match Tenis