Una nueva derrota en las ronda iniciales de un torneo, esta vez en Miami, muestran el pobre presente que vive Marin Cilic, un tenista que a lo largo de su carrera registra un Grand Slam y un Masters 1000 y que estuvo a tan solo unos games de darle la segunda ensaladera de plata a su país a finales de 2016, pero que por cosas del destino se le escapó de la raqueta. Hoy el croata no es el mismo y esa derrota del 27 de noviembre en Copa Davis, todavía le resta confianza y lo tiene ‘ad portas’ de salir del top 10.
Esa tarde del mes de noviembre que pudo subirlo una vez más al Olimpo del tenis, hizo eco en la carrera del bosnio nacionalizado croata. Su caída ante Juan Martín Del Potro en el cuarto punto de la final de la Copa Davis, se tornaba como una más de las 210 que registraba hasta entonces, pero no fue así. Esa decepción pegó hondo en la carrera de Cilic y los efectos se han visto a lo largo de la temporada 2017, donde es el único top 10 que tiene récord negativo (5-7).
La caída de este viernes en su debut en el Masters 1000 de Miami ante Jeremy Chardy (77º) por 4-6, 6-3 y 2-6, es solo una evidencia de lo que viene atravesando este año el actual número 9 del mundo. El croata ha perdido confianza y los resultados le siguen siendo esquivos. Durante el 2017, Cilic se convirtió en el primer top 10 en sufrir un descalabro, al perder en su primera presentación en Chennai ante el 117º del mundo, Jozef Kovalik, y aunque por ese entonces se le restó importancia, los partidos venideros empezaron a encender las alarmas.
En Australia llegó como uno de los jugadores llamados a estar en las rondas finales, pero una rápida despedida en segunda ronda ante Daniel Evans, comenzó a dar visos del pobre rendimiento del croata. Semanas más tarde, otro golpe. Cilic cayó en su debut en Montpellier, ante Dustin Brown (84ª), donde fuera el máximo favorito.
Dicen que después de la tempestad llega a calma y con sus actuaciones en Rotterdam (donde alcanzó los cuartos de final) y Acapulco (donde llegó a semifinales) se apaciguaron las aguas turbias para el espigado jugador de 198 cm. Sin embargo, llegaron los primeros Masters 1000 y nuevamente regresaron los fantasmas del inicio de año. Derrotas en su presentación en Indian Wells ante Taylor Fritz (136º) y Miami ante Jeremy Chardy (77º) le devolvieron a su realidad, una con la que no suele convivir muy a menudo, la de las contantes decepciones.
Cuatro meses después, el oriundo Medjugorje todavía sufre el efecto de haber perdido un partido de Copa Davis que hubiera sido histórico para Croacia, que aunque no es su país natal (Bosnia) siempre lo ha acogido con un hijo prodigo. Por el momento, lo buenos resultados le huyen y las derrotas que suma semana a semana cada vez le quitan más confianza. Dicen que al mal tiempo buena cara y para Marin Cilic es el momento de poner un alto en el camino, recomponerse y volver a ser ese jugador que es capaz de ganarle a cualquiera. Sí regresó después de un parate por dopaje, seguramente esta vez también lo podrá hacer. En la gira de canchas lentas, donde nunca ha expuesto su mejor tenis, tiene la gran oportunidad de demostrar por qué es considerado como uno de los mejores tenistas de la actualidad.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/624815401361346560/g6HAHEGJ.jpg» ]ANDRÉS VARGAS PERAZA: @andresvarperaza. Periodista especializado en tenis. Exjugador de tenis con puntuación ITF. Miro el deporte desde una perspectiva diferente. Estuve en el lugar del deportista, ahora del periodista. Director y editor del portal www.matchtenis.com.[/author]
